El fabricante de quesos australiano Yarra Valley Dairy fue multado con casi 6.500 dólares estadounidenses por producir en sus instalaciones un olor ofensivo "lo suficientemente fuerte como para causar molestias cuando se enfrenta al viento", informan medios locales.
Los funcionarios de la Autoridad de Protección del Medio Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés) describieron el olor como "un olor a leche agria con características terrosas" que se extendía por las propiedades vecinas en la zona vinícola del valle del Yarra, al norte de Melbourne, y por el que "resultaba cada vez más incómodo encontrarse cerca" de las instalaciones de la empresa.
La multa se debe a que la compañía no ha atendido a la petición del organismo regulador de mejorar el tratamiento de sus aguas residuales para evitar que los olores salgan de su territorio.
El director regional de la EPA, Jeremy Settle, dijo que se había dado a la quesera varios meses para acatar sus directrices. Sin embargo, al vencer ese plazo los funcionarios acudieron a la propiedad y descubrieron que "la empresa había cumplido algunos de los requisitos de la EPA, pero no todos, y el olor seguía ahí", explicó.
El medioambientalista también subrayó que el caso era un mensaje para todas las compañías de que deben tomar en serio cualquier aviso que reciban de la EPA.
"Está ahí para proteger a la comunidad y el medio ambiente, y todos los que dirigen una empresa deben entender sus responsabilidades", afirmó Settle.