La Justicia polaca ha decidido prorrogar otros tres meses la prisión provisional del periodista español Pablo González, mientras que su abogado ya ha anunciado que presentará un recurso contra la decisión del tribunal durante los próximos siete días.
"La decisión de la corte de hoy no es definitiva pero es ejecutable, lo que significa que el señor González permanece detenido", ha informado Bartosz Rogala, su letrado en Polonia, en declaraciones recogidas por Público. Asimismo, el abogado ha denunciado que la Fiscalía no le ha permitido acceder a los informes con la nueva documentación del caso.
Pablo González es un periodista que colabora habitualmente con medios españoles como Público o La Sexta. Fue detenido en Polonia el 28 de febrero, pocos días después de que se iniciara el conflicto bélico en Ucrania, mientras cubría la crisis de refugiados.
Desde su detención se encuentra incomunicado y no ha podido establecer contacto con su familia. Allegados y amigos han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas, que ya ha recabado más de 37.000, con la que se pretende dar visibilidad a su caso y exigir que se cumplan los derechos humanos del reportero.
González fue arrestado bajo la acusación de espiar para Rusia, según un comunicado del Gobierno polaco, por lo que se puede enfrentar a una pena de 10 años de cárcel. "Realizó operaciones en beneficio de Rusia, beneficiándose de su condición de periodista, lo que le permitió viajar libremente por el mundo y Europa, incluyendo zonas de conflicto militar y territorios marcados por tensiones políticas", sostiene el texto hecho público por las autoridades polacas y que no aporta detalles de las pruebas presentadas.
Sin embargo, su equipo de abogados niega las acusaciones y numerosas organizaciones periodísticas y de derechos humanos han denunciado su caso. "Consternados por la prolongación de la prisión provisional de Pablo González, creemos que ya es hora de conocer la base de la grave acusación que se le imputa. Un periodista comunitario detenido seis meses en otro país comunitario de forma tan opaca es una grave anomalía", critican desde Reporteros Sin Fronteras (RSF).