El número de mariposas Monarca que llegaron en 2022 a las montañas de Michoacán y del Estado de México para pasar el invierno aumentó en un 35 %, en comparación con la temporada anterior. El dato sugiere que estos insectos se han adaptado a cambios climáticos al modificar la fecha de su 'partida' de México, según expertos mexicanos citados por AP.
Durante la temporada de hibernación 2021-2022, las mariposas Monarca ocuparon 2,84 hectáreas de bosque, frente a las 2,10 hectáreas de hábitat registradas la temporada anterior, reza un informe del Gobierno mexicano.
Cada año, estas mariposas regresan a Estados Unidos y Canadá en una migración anual que se ve amenazada por la pérdida del algodoncillo del que se alimentan y la deforestación en México.
Sin embargo, el сonteo anual de mariposas no calcula el número total de insectos que llegan, sino el número de hectáreas que cubren cuando se juntan en las ramas de los árboles.
Las mariposas llegan tradicionalmente a los bosques de pinos y píceas situados en las cimas de las montañas al oeste de la Ciudad de México a finales de octubre y primeros de noviembre, y vuelan a Estados Unidos y Canadá en marzo.
Sin embargo, el año pasado fue inusual, pues los ejemplares de monarca comenzaron a regresar en febrero, lo que les permitió salir antes de que la sequía y el calor golpearan el norte de la frontera en abril y mayo.
"Están comenzando a adaptarse a las condiciones climáticas extremas", comenta el fenómeno Gloria Tavera, directora regional de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas de México (CONANP).
Curiosamente, este año, las mariposas se quedaron en México más tiempo del habitual. "Se fueron muy tarde. Todavía en abril teníamos mariposas", señala Tavera.
Aunque se ha instado a activistas y estudiantes de EE.UU. y Canadá a plantar algodoncillo para compensar la pérdida de la planta debido a la deforestación y al uso de herbicidas, esta estrategia ha fracasado en México.
Por su parte, Tavera instó a los mexicanos a no plantar algodoncillo en México, ya que —afirma— podría afectar a la migración, alentando a las monarcas a quedarse en ese país en lugar de volar al norte.
También llamó a la gente a no criar monarcas en cautiverio, ya que esto podría derivar en la propagación de enfermedades entre los insectos.