"He sufrido mucho": El 'Chapo' Guzmán se queja del trato "cruel e injusto" que recibe en la prisión de EE.UU. donde cumple cadena perpetua

La cadena Univisión reveló una declaración jurada en la que el capo detalla las condiciones de su encierro.

Joaquín el 'Chapo' Guzmán, quien fuera el máximo líder del Cártel de Sinaloa, denunció que las condiciones en las que lo obligan a cumplir su condena en la prisión de máxima seguridad de Florence, en el estado de Colorado (EE.UU.), le han provocado graves problemas de salud.

"He sufrido mucho estando en confinamiento solitario", "el trato que recibo es cruel e injusto", "me sirven poca comida y a menudo me quedo con hambre", son algunas de las afirmaciones que el narcotraficante plasma en una declaración jurada de siete páginas que fue publicada por la cadena Univisión y en la que asegura que las revisiones a su celda son constantes, por lo que teme que los guardias lo contagien de covid-19.

También se queja porque sus cartas son revisadas y hay cámaras de vigilancia en los lugares en los que conversa con sus abogados, lo que supuestamente forma parte de precauciones para evitar una fuga, ya que en dos ocasiones anteriores logró escapar de cárceles en México.

Guzmán, de 64 años, fue extraditado a EE.UU. en 2017 y dos años después un tribunal lo condenó a prisión perpetua al encontrarlo culpable de los delitos de narcotráfico, lavado de dinero, torturas, sobornos y asesinatos, entre otros cargos.

Desde entonces, los reclamos por la forma en que cumple su condena son constantes. Apenas en enero pasado la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito de Manhattan rechazó la anulación de la sentencia que había solicitado su defensa, que acusó de mala praxis a miembros del jurado.

La declaración que dio a conocer la cadena estadounidense forma parte de las impugnaciones judiciales que mantiene un hombre que encabezó a la organización criminal más poderosa de América Latina y que hoy es dirigida por sus hijos.

Detalles

Tres años después de su condena, Guzmán asegura que el maltrato que recibe le ha provocado "dolores de cabeza, pérdida de la memoria, calambres musculares, estrés y depresión" y otros problemas psicológicos y de salud en general.

"Yo rezo para que esta corte intervenga", dice en referencia al tribunal federal de Denver en el que interpuso una demanda para que su caso sea revisado. De hecho, el juez Michael Hegarty ya programó una audiencia para el próximo 7 de julio.

Con miras a esa cita judicial, el capo afirmó que pasa casi todo el día en una celda de 3,6 por 2,1 metros, con una pequeña ventana por donde le entregan una charola con alimentos, y solo puede salir a un patio tres horas al día, a pesar de que al principio de su detención le permitían que lo hiciera entre nueve y 10 horas.

Tampoco puede hablar ni relacionarse de ninguna manera con otros presos, con los guardias ni responder a periodistas; no se le han facilitado clases para aprender inglés; no le entregan insumos para limpiar él mismo su celda; solo se le autorizan llamadas telefónicas con su madre, su hermana y sus hijas gemelas. Además, con su abogada Mariel Colón Miro se reúne esposado de pies y manos.

"Estoy descartado de tener cualquier contacto verbal o comunicación con otros presos. No tengo contacto humano, más que cuando los guardias ponen y remueven mis grilletes", señaló.

Además, afirma que tampoco le responden cuando pide atención médica, como una ocasión de julio del año pasado en que comenzó a toser de manera descontrolada y tenía el pecho congestionado; o cuando contrajo hongos en un dedo del pie.

Lo que sí reconoce Guzmán es que lo vacunaron contra el coronavirus y que recibe atención por sus problemas de presión arterial que le han provocado dolores de cabeza y ansiedad.

"A veces olvido cosas", señala al revelar que padece trastornos de sueño porque suele despertar después de la medianoche debido al aire "extremadamente caliente" que sale por la ventilación de su celda.