El portavoz presidencial de Turquía, Ibrahim Kalin, ha declarado este miércoles que la parte turca dejó claro ante Suecia y Finlandia durante una reunión en la capital del país que su solicitud de membresía en la OTAN no avanzará a no ser que atiendan las preocupaciones de seguridad de Ankara.
"Hicimos constar que, si las preocupaciones de seguridad de Turquía no se satisfacen con medidas concretas, el proceso no avanzará. Las delegaciones recibieron nuestro mensaje. Discutirán nuestras demandas con sus líderes y nos responderán", señaló Kalin en una rueda de prensa después de la reunión a puertas cerradas que duró casi cinco horas.
El vocero de Recep Tayyip Erdogan afirmó que la delegación turca reiteró sus exigencias sobre las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular y del Partido de los Trabajadores de Kurdistán, entidades que considera terroristas, y dejó clara su postura de que sus integrantes cometieron "crímenes de guerra".
Al indicar que la OTAN es una alianza ideada para garantizar la seguridad a sus miembros, Kalin expresó que la tarea más fundamental del bloque "es responder a las preocupaciones de seguridad de sus miembros de forma equitativa y justa".
"Turquía ha hecho contribuciones muy serias a esta alianza. Las preocupaciones de seguridad de Turquía están relacionadas con la presencia de organizaciones terroristas, especialmente en los países europeos", declaró, denunciando la "propaganda organizativa y financiera" de dichas organizaciones en esa región.
También subrayó que "es inaceptable que los aliados de la OTAN impongan sanciones el uno contra otro", haciendo referencia a las restricciones a la exportación de productos de la industria de defensa, impuestas contra Turquía por Suecia y Finlandia.
En ese sentido, Kalin destacó que Ankara vio un "enfoque positivo" de parte de ambos países nórdicos durante las conversaciones sobre el levantamiento de las sanciones a los productos de la industria armamentística.