La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, enfatizó este sábado que su visita a China de esta semana "no fue una investigación". De esta forma, la expresidenta chilena quiso salir al paso de las críticas de asociaciones de derechos humanos que sostienen que su viaje de seis días fue insuficiente para examinar las supuestas violaciones de los derechos humanos de los uigures en el territorio autónomo de Xinjiang, así como de los residentes del Tíbet y Hong Kong.
"La visita fue una oportunidad de mantener discusiones directas —con líderes chinos de más alto nivel— sobre los derechos humanos, para escuchar uno al otro, plantear preocupaciones, explorar y allanar el camino para interacciones más sistemáticas y significativas en el futuro con miras a apoyar a China en el cumplimiento de sus obligaciones de acuerdo con la ley de derechos humanos internacional", explicó Bachelet en una rueda de prensa virtual.
Asimismo, precisó que, en el marco de su viaje, tuvo la oportunidad de hablar con la sociedad civil, académicos, diplomáticos, líderes religiosos y comunitarios para abordar cuestiones regionales y globales. La visita, que tuvo lugar entre los días 23 y 28 de mayo, marca el primer viaje de un alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos al país asiático desde 2005.
En materia de derechos humanos, la alta comisionada dijo no ser capaz de abordar "toda la complejidad" de la situación en "este extenso país", si bien destacó los "tremendos logros" del gigante asiático en relación con el alivio de la pobreza y la erradicación de pobreza extrema. Asimismo, subrayó que se han implementado reformas "importantes", incluidas aquellas relacionadas a la igualdad entre los géneros.
La alta comisionada abordó por separado la situación en Xinjiang, donde visitó una prisión de la ciudad de Kasgar y la Escuela Experimental de Kasgar, antes un centro de formación y capacitación profesional (VETC, por sus siglas en inglés). En este contexto, Bachelet señaló que "no es capaz de evaluar" la escala real de los VETC, pero enfatizó que las autoridades chinas aseguraron que el sistema de los centros, criticados en Occidente por supuestos violaciones de derechos humanos contra las minorías uigures, ha sido desmantelado.
Paralelamente, instó al Gobierno chino a realizar una evaluación de todas las políticas contra el terrorismo y de desradicalización para "garantizar que cumplan en su totalidad con los estándares internacionales de los derechos humanos" y, en particular, no se apliquen de manera arbitraria y discriminatoria".
"Ataques y difamaciones sin fundamento"
El pasado 23 de mayo, el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, expresó a Bachelet la esperanza de que su visita le permita obtener "una comprensión integral de la filosofía, el camino y los logros de desarrollo" del país, así como "la práctica y el progreso" en la promoción de la protección de los derechos humanos.
"En la actualidad, algunos países y fuerzas anti-chinas difunden deliberadamente información falsa sobre China en el mundo y llevan a cabo ataques y difamaciones sin fundamento contra China con el propósito de utilizar el tema de los derechos humanos para contener y reprimir a China, politizar y convertir el tema [...] en un arma", afirmó el canciller del país asiático.