Arqueólogos israelíes han descubierto los restos de una granja de 2.100 años de antigüedad, cuyos propietarios probablemente la abandonaron muy de prisa para evitar una inminente invasión militar, informa The Times of Israel.
"Tuvimos mucha suerte de descubrir una cápsula 'congelada en el tiempo', en la que los hallazgos permanecieron donde los dejaron los ocupantes del sitio", señaló la arqueóloga Amani Abu-Hamid, la responsable de las excavaciones al norte del mar de Galilea, el lago de agua dulce más grande del país, en un comunicado de la Autoridad de Antigüedades de Israel.
Los investigadores de la granja de la época helenística, encontrada cerca de la localidad de Nahal Arbel, descubrieron frascos de almacenamiento antiguos intactos en el sitio, así como pesas para tejer telares en un estante, lo que sugiere que la familia, de orígenes aún desconocidos, empaquetara sus pertenencias más preciadas y huyera rápidamente, dejando sus objetos cotidianos y otros artefactos.
"Parece que se fueron apresuradamente ante un peligro inminente, posiblemente la amenaza de un ataque militar", supuso Abu-Hamid.
Los arqueólogos suponen que los habitantes del asentamiento fueron súbditos del helenístico Imperio Seléucida, el Estado sucesor del Imperio de Alejandro Magno, e intentaron escapar de una invasión por parte de las fuerzas de los Asmoneos, un reino judío independiente con centro en Jerusalén.