La presencia humana en la cueva de Ardales, en la provincia española de Málaga, en Andalucía, se cuenta en decenas de miles de años, afirma un equipo hispano-alemán de arqueólogos en un artículo publicado este miércoles en la revista PLOS One. De hecho, los expertos han descubierto que la cueva, conocida por sus pinturas rupestres antiguas, fue utilizada por los neandertales y los 'Homo sapiens' durante 60.000 años para desarrollar su arte pictórico.
Con 50 dataciones absolutas, los científicos lograron el año pasado fechar las pinturas más antiguas. Al mismo tiempo, descubrieron que la cueva fue ocupada por los humanos hasta la Edad de Cobre, que en la península ibérica comenzó en el IV milenio a. de C.
Durante este tiempo, cambiaron incluso las especies de humanos que usaron las paredes de la cueva como lienzo para pintar. Si la presencia de homínidos más temprana está vinculada con los neandertales —los únicos en la península en aquellos tiempos—, desde hace 35.000 años se asocia casi con toda certeza a los 'Homo sapiens', los humanos de hoy en día.
En cuanto a las funciones de la cueva, los investigadores dudan que hubiera sido utilizada como vivienda y opinan que más bien tenía "un alto valor simbólico", señala uno de los autores del estudio, el profesor José Ramos, en un comunicado de la Universidad de Cádiz.
"El yacimiento proporciona una increíble historia de las primeras actividades humanas en la península ibérica, y esto la convierte en un punto clave para la investigación de la prehistoria en el sur de Europa. […] La cueva fue un lugar de actividades especiales vinculadas al arte, ya que se descubrieron numerosos fragmentos de ocre en los niveles del Paleolítico Medio", explica el arqueólogo.