Por primera vez en cuatro años, Corea del Sur y EE.UU. realizaron esta semana ejercicios navales conjuntos con la participación de un portaaviones estadounidense.
Las maniobras, que duraron tres días –entre el jueves y el sábado–, tuvieron lugar en aguas internacionales cerca de la isla japonesa de Okinawa. Incluían operaciones de defensa aérea, antibuque, antisubmarina e interdicción marítima.
Por parte de las fuerzas estadounidenses, participaban el portaaviones USS Ronald Reagan, el crucero de misiles guiados USS Antietam, el destructor USS Benfold y el petrolero de reabastecimiento USNS Big Horn. Entre las naves surcoreanas, navegaban el buque de desembarco anfibio Marado y los destructores Sejong y Munmu, informaron desde el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur (JCS, por sus siglas en inglés).
"El ejercicio consolidó la determinación de los dos países de responder con severidad a cualquier provocación de Corea del Norte, al tiempo que demuestra el compromiso de Estados Unidos de proporcionar una disuasión extendida", cita Reuters en un comunicado de los militares surcoreanos.
Este domingo, un día después de terminar las maniobras, Pionyang disparó ocho misiles balísticos hacia el mar de Japón. Se trata del decimoctavo lanzamiento en lo que va de año.
A mediados de mayo, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, señaló que Corea del Norte estaba lista para llevar a cabo una prueba nuclear "incluso este mismo mes".