El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, reiteró este lunes ante el Consejo de Seguridad de la ONU las acusaciones contra Rusia en relación al "uso de la violencia sexual como arma de guerra", destacando que esta clase de violencia es "un crimen de guerra, un crimen de lesa humanidad".
Michel no citó ejemplos concretos ni aportó pruebas, pero mencionó la experiencia personal de su viaje a la localidad de Borodianka, cerca de Kiev, donde -dijo- "se cometieron atrocidades", que atribuyó a los militares rusos. Las autoridades europeas están "brindando asistencia para reunir pruebas de estos crímenes", agregó.
"La espiral de acusaciones contra los militares rusos por la violencia en Ucrania se ha convertido en el método favorito de Kiev y de Occidente, mientras no se aportan pruebas", comentó el representante permanente de Rusia ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia.
En su intervención, el diplomático señaló que la fuente de esta calumnia, que Michel escuchó durante su visita al terreno el pasado mes de abril, es la entonces defensora del pueblo de Ucrania, Liudmila Denísova, ya destituida de su cargo, porque mentía sin fundamento acerca de los presuntos delitos sexuales, incluso de una forma que resultaba "chocante para las autoridades de Kiev".
Detrás de estas afirmaciones no existen las pruebas necesarias, denunció Nebenzia. "Lo demostró mejor que otros la propia representante para los derechos humanos, la señora Denísova, quien se pasó de la raya y fue despedida por el régimen de Kiev, con una formulación interesante: concentración incomprensible en los múltiples detalles de los delitos sexuales y las violaciones de menores que no estuvieron confirmados por las evidencias", añadió.
El "misil furtivo" de la crisis alimentaria
Michel también dirigió sus acusaciones contra Moscú en relación a la crisis alimentaria que se está desarrollando en el mundo. En este sentido, afirmó que Rusia es "el único responsable" de ella y que "el Kremlin usa los suministros de alimentos como un misil furtivo contra los países en vías de desarrollo". Por su parte, aseguró, la Unión Europea "no aplica sanciones al sector agrícola de Rusia" y que incluso sus "sanciones sobre el centro de transporte ruso no traspasan las fronteras de la UE".
Tras esta serie de ataques verbales, el embajador Vasili Nebenzia abandonó la sala de sesiones del Consejo de Seguridad mientras duró el discurso de Michel, volviendo después para ofrecer su respuesta.