Las sanciones occidentales impuestas a la economía de Rusia por la operación militar en Ucrania causaron en un inicio la depreciación de la moneda rusa, sin embargo, al poco tiempo el rublo experimentó una sólida apreciación gracias a las contramedidas tomadas por el Banco Central del país.
Cuando el rublo se recuperó a niveles preconflicto, el ente regulador no se apresuró a suavizar su política monetaria y, aprovechando la situación para contener la inflación, aplicó un truco conocido como 'maniobra de Nabiúllina', que lleva el nombre de la presidenta del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiúllina, según personas cercanas a la institución citadas por Bloomberg.
La apreciación del rublo empezó en marzo en medio de estrictos controles sobre los capitales, el desplome de importaciones y el ingreso de "miles de millones de petrodólares", señala el medio. En vez de levantar las restricciones de flujos transfronterizos de fondos, Nabiúllina optó por mantener todo cómo estaba por el mayor tiempo posible, incluso a costo del presupuesto. Y solo una vez que el rublo fortalecido asestó un impacto suficiente a la inflación, el Banco Central empezó a rebajar activamente los tipos de interés desde el 20 %, el máximo de casi dos décadas.
La culminación de esta táctica podría tener lugar el viernes, cuando el regulador podría, según algunos economistas, mover el tipo de referencia por debajo del nivel preconflicto del 9,5 % en su ya cuarto recorte.
"Su estrategia está clara: primero dejar al rublo apreciarse para combatir la inflación", comentó Oleg Viuguin, ex alto funcionario del Banco Central y del Ministerio de Finanzas ruso. No obstante, explicó, "esta táctica tiene sentido si las importaciones se recuperan y luego aportan al menos un equilibrio relativo al comercio", algo que todavía no se está produciendo.
La mayoría de los analistas encuestados por Bloomberg esperan que se produzca un recorte en un punto porcentual, hasta el 10 %, para el viernes.
Los expertos del banco JPMorgan Chase pronostican que el desempeño del rublo dictará el ritmo y escala de la suavización monetaria y admiten que se tendría que llevar las tasas incluso hasta entre el 6 % y 8 % para reavivar el gasto consumidor y equilibrar las crecientes exportaciones. Caso omiso, la moneda nacional quedará a merced de la cuenta corriente.
"Para reducir notablemente el superávit por cuenta corriente -a través de un aumento de las importaciones- podría hacer falta una significativa suavización para calentar la demanda interna", dijeron en un informe los economistas de JPMorgan. "El Ministerio de Finanzas está haciendo su parte a través de un gran estímulo fiscal, pero también puede ser necesario un mayor impulso monetario".
Mientras tanto, Nabiúllina puede sentirse satisfecha porque la inflación se ha calmado, incluso más de lo pronosticado en mayo, llegando al 17,1% anual. El Servicio Federal de Estadísticas reportó inflación cero entre el 12 y el 27 mayo, seguida por una semana de inflación negativa. Actualmente, la moneda nacional rusa se cotiza en alrededor de 60 rublos por dólar, la mitad del récord de 121,52 rublos registrado durante el pico de la presión de las sanciones.