Misiles de alta precisión de las Fuerzas Armadas de Rusia destruyeron una base temporal de mercenarios extranjeros en la República Popular de Lugansk, según comunicó este lunes el Ministerio de Defensa ruso.
El portavoz ministerial, Ígor Konashénkov, informó que también fueron destruidas dos baterías de lanzacohetes múltiples –una en el pueblo de Volcheyarovka, en Lugansk, y otra en la provincia de Járkov–, así como un gran número de armas y equipos militares, incluidos los suministrados por EE.UU. y los países europeos, y destinados a un grupo de nacionalistas ucranianos en Donetsk.
Al mismo tiempo, el ministerio de Defensa ruso detalló que durante la última jornada:
- La aviación operativa-táctica del Ejército de Rusia alcanzó un puesto de mando, una estación de radar del sistema de misiles tierra-aire Buk-M1 en la República Popular de Lugansk, así como 63 zonas donde se concentran los efectivos y el equipo militar ucranianos. Los ataques aéreos acabaron con más de 120 nacionalistas, dos tanques, siete cañones de artillería de campaña y 11 vehículos especiales.
- Los medios de defensa aérea rusos derribaron ocho drones ucranianos en las provincias de Nikoláyev y Járkov, y en las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, incluido un Bayraktar TB-2.
- Misiles y artillería de Rusia impactaron en 247 zonas de concentración de personal y equipo militar, 13 puestos de mando, 63 posiciones de tiro de las unidades de artillería de las Fuerzas Armadas ucranianas, entre las cuales había siete lanzacohetes múltiples, así como una estación de guerra electrónica en la República Popular de Donetsk.
En total, desde que empezó la operación militar especial, el 24 de febrero, las tropas rusas han destruido 201 aviones, 130 helicópteros, 1.196 vehículos aéreos no tripulados, 338 sistemas de misiles antiaéreos, 3.525 tanques y otros vehículos blindados de combate, 515 lanzacohetes múltiples, 1.933 unidades de artillería de campaña y morteros, así como 3.583 vehículos militares especiales.