La Justicia de Argentina investiga el arribo al país de un avión de carga proveniente de Venezuela, con 14 tripulantes venezolanos y cinco iraníes, que fue retenido por las autoridades en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en Buenos Aires.
La aeronave Boeing 747 Dreamliner, de la empresa Emtrasur y con matrícula venezolana (YV3531), entró al territorio argentino el pasado 6 de junio, proveniente de Caracas. Hizo una parada técnica en Córdoba, por cuestiones climáticas, y luego continuó con destino a la capital argentina.
Sin embargo, la información fue dada a conocer este fin de semana y generó algunas especulaciones políticas por presuntos vínculos de los ciudadanos israelíes con los atentados cometidos contra la Embajada de Israel, en 1992, y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en 1994. Ambos ataques permanecen impunes.
Este domingo, el diputado de Juntos por el Cambio (macrismo), Gerardo Milman, presentó una denuncia "sobre el anómalo comportamiento de la aeronave" por volar entre Buenos Aires y Córdoba [centro] "con el transponder apagado", lo que impediría su detección en vuelo por parte de los organismos de control aéreo.
Tras aceptar como querellante a la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), la Justicia Federal ordenó el domingo a Migraciones que confisque por 72 horas los pasaportes de Mohammad Khosraviaragh, Gholamreza Hasemi, Mahdi Mouseli, Saeid Vali Zadeh y Abdolbaset Mohammadi, todos de nacionalidad iraní.
Además, el juez Federico Villena solicitó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que le informe de cualquier movimiento que se produzca sobre la aeronave
Este lunes, el canciller argentino, Santiago Cafiero, afirmó que el Gobierno espera que el juzgado determine "el procedimiento a seguir" en el caso que se investiga, y pidió cautela respecto a las denuncias que relacionan el ingreso del avión con los atentados.
"No tenemos ningún tipo de requerimiento diplomático de Venezuela. Es estrictamente una cuestión de seguridad. La Policía de Seguridad Aeroportuaria actuó bien, conforme a las normativas, y pasó a ser (un tema) judicial. Cuando se determine en el juzgado el procedimiento a seguir, será lo que vamos a hacer", indicó el funcionario en diálogo con radio Urbana Play.
Sospechas de actividades terroristas
Las organizaciones israelitas DAIA y AMIA emitieron un comunicado conjunto en el que reclaman el esclarecimiento del caso con "urgencia por las autoridades nacionales", debido a que se trata de una aeronave operada por la "empresa venezolana Emtrasur, y vinculada a la compañía iraní Mahan Air, sancionada por EE.UU. por sus vínculos con actividades terroristas".
"De acuerdo con lo establecido por la justicia argentina, los atentados del 17 de marzo de 1992 contra la embajada de Israel en Buenos Aires y del 18 de julio de 1994 contra la AMIA, que aún permanecen impunes, fueron planificados y ejecutados por el Hezbollah, un grupo terrorista financiado y apoyado por la República Islámica de Irán", señalan en el texto.
El miércoles pasado, el avión intentó ingresar a territorio uruguayo, aparentemente para cargar combustible, pero fue rechazado por el Gobierno, informó el diario local El País. El ministro de Defensa, Javier García, fue el encargado de desautorizar el ingreso al espacio aéreo uruguayo de la aeronave, confirmó el propio funcionario.
De acuerdo al ministro de Seguridad de Argentina, Aníbal Fernández, el avión transportaba autopartes para una empresa automotriz, y que "se revisó la carga varias veces, pero no se encontró nada extraño y fue liberada", dijo en declaraciones a Radio Perfil.
No obstante, reconoció que el nombre de uno de los ciudadanos iraníes, Gholamreza Ghasemi, coincide con el de un miembro de la Guardia Revolucionaria de Irán, aunque todavía no está confirmado que se trate de la misma persona.
"Una operación de propaganda"
El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Said Khatibzadeh, afirmó este lunes en una conferencia de prensa que la retención del avión con tripulantes iraníes tiene que ver una "operación de propaganda" contra su país por sus políticas nucleares.
"Las últimas semanas están llenas de propaganda, operaciones psicológicas, guerra de palabras para provocar un sentimiento de inseguridad (en Irán) y este caso forma parte de ello", afirmó, según informó el periódico Página/12.
Khatibzadeh aseveró que el avión en cuestión, de la compañía Mahan Airlines, fue vendido a Venezuela "hace más de un año".