Reconstruyen el rostro de una mujer "muy rica" que vivió hace 4.000 años en Europa central
Un equipo de investigadores ha reconstruido recientemente el rostro de una mujer menuda y de pelo oscuro que vivió hace unos 4.000 años en Bohemia, en la actual República Checa. Pertenecía a la cultura de Unetice, un grupo de pueblos que vivió a principios de la Edad de Bronce en Europa central, conocido por sus artefactos metálicos, como hojas de hacha, dagas, brazaletes y collares de metal retorcido, llamados 'torcs'.
Al morir a alrededor de los 35 años fue enterrada con cinco brazaletes de bronce, dos pendientes de oro, un collar con más de 400 cuentas de ámbar, así como con tres agujas de coser de bronce. Aunque no está claro quién era la mujer, se sabe que era muy rica, señaló el arqueólogo Michal Ernée, del Instituto de Arqueología de la Academia de Ciencias checa. "Es quizá la tumba femenina más rica de toda la región cultural de Unetice", declaró esta semana a Live Science.
La mujer vivió entre 1880 a. C. y 1750 a. C., según la datación por radiocarbono del cementerio, que está situado cerca de la localidad de Mikulovice y donde se encontraron entre los años 2007 y 2009 sus huesos. Las 27 tumbas del cementerio resultaron albergar una gran cantidad de objetos valiosos, entre ellos unos 900 de ámbar. "Tenemos ámbar en el 40 % de las tumbas femeninas", reveló el investigador, que explicó también que este ámbar procedía probablemente del Báltico, lo que indica que el pueblo de Unetice formaba parte de una red comercial de gran alcance en la Europa de aquella época.
¿Cómo se realizó la reconstrucción?
De los restos óseos hallados, la mujer que llevaba ámbar era la que tenía el cráneo mejor conservado. Según Ernée, fue una afortunada coincidencia que la tumba más rica contuviera restos óseos que pudieron servir de base para una reconstrucción. También fue una suerte que los huesos estuvieran lo suficientemente bien conservados como para conservar fragmentos de ADN de la mujer. Fueron estas secuencias genéticas las que permitieron a los investigadores descubrir que sus ojos y su pelo eran castaños y su piel blanca. La antropóloga Eva Vanickova, del Museo Moravo de la ciudad de Brno, y el escultor Ondrej Bílek colaboraron en la realización del modelo del torso de la mujer. También se recrearon los accesorios que llevaba.
El ADN antiguo también se pudo recuperar de otros huesos del cementerio, por lo que los investigadores actualmente están trabajando para averiguar el parentesco entre los individuos allí enterrados, señaló Ernée. De la misma manera, el hallazgo podría proporcionar nuevas pistas sobre las diferencias regionales en la Europa central de principios de la Edad de Bronce.
El arqueólogo explicó que, en las regiones vecinas de Bohemia, las tumbas más ricas que se encuentran pertenecían a hombres, por lo que no está claro si las mujeres tenían un estatus diferente en la región cercana a la actual Mikulovice. Es posible que las mujeres de esa área controlaran individualmente más riqueza que las habitantes de los territorios cercanos, pero no se descarta que fueran enterradas con objetos lujosos para ostentar la riqueza de sus parientes masculinos, detalló.
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