Los hermanos Oseney y Amarildo da Costa Oliveira habrían confesado los asesinatos del indigenista brasileño Bruno Pereira y del periodista británico Dom Phillips, quienes desaparecieron hace once días en el Valle de Javari, en la Amazonía brasileña, apuntaron este miércoles fuentes de la Policía Federal citadas por G1.
La Policía llevó este miércoles a los sospechosos hasta el lugar donde realizan las búsquedas. Amarildo da Costa de Oliveira, alias 'Pelado', fue detenido el 7 de junio, y su hermano Oseney da Costa Oliveira, conocido como 'Dos Santos', fue capturado este mismo miércoles.
Varios testigos dijeron haber visto a 'Pelado' seguir con su lancha el bote en el que viajaban las víctimas antes de desaparecer. Phillips, de 57 años y habitual colaborador de The Guardian, y Pereira, de 41, fueron vistos por última vez tras visitar la comunidad de Sao Rafael, en la Tierra Indígena Valle de Javari.
El caso ha generado muchas críticas a nivel nacional e internacional por la tardanza con la que el Gobierno de Jair Bolsonaro reaccionó para poner en marcha las tareas de rescate. Naciones Unidas lamentó que la respuesta del Ejecutivo fuese "extremadamente lenta".
Refugio de narcotraficantes
La ayuda de los indígenas de la zona, que desde el primer momento de la desaparición han rastreado sin tregua la zona, fue clave para que el pasado fin de semana se encontraran los objetos personales del periodista y su acompañante.
Ahora la pregunta es quién dio la orden de matar a Phillips y Pereira. El Valle de Javari se encuentra en la frontera entre Perú y Colombia, y su situación geográfica lo convierte en un refugio perfecto para narcotraficantes, misioneros evangélicos y actividades delictivas, como la pesca o la caza ilegal.
De hecho, las primeras hipótesis apuntan a que el caso está relacionado con actividades ilegales de pesca –en concreto, una especie denominada pirarucu, uno de los mayores peces de agua dulce del mundo y protegido desde la década de 1980– y la caza en la región.
La Policía investiga un esquema de lavado de dinero para el narcotráfico por medio de la venta de pescado y animales, que podría estar relacionado con la desaparición de los dos hombres.
Pereira y Phillips
Pereira, padre de tres hijos de 2, 3 y 16 años, es considerado uno de los más importantes indigenistas de su generación.
En 2018, fue nombrado coordinador general del área de Fundación Nacional del Indio (FUNAI) para Indígenas Aislados y Recientemente Contactados, pero fue exonerado de su cargo un mes por participar en una gran operación contra la minería ilegal en 2019.
Después comenzó a trabajar con la Unión de los Pueblos Indígenas del Valle de Javari (Univaja), con quienes llevaba a cabo un proyecto de vigilancia de la zona. Había sido amenazado en numerosas ocasiones y días antes de morir grabó un audio advirtiendo que un grupo de pescadores disparaban a los equipos de fiscalización.
Hablaba cuatro lenguas de los pueblos locales de Javari y organizó la mayor expedición de monitoreo de indígenas no contactados de los últimos 20 años, y RT le entrevistó a su vuelta.
Esta semana se hizo viral un video en el que se ve a Pereira sentado en medio de la Amazonía cantando en un idioma indígena.
Por su parte, Phillips es un periodista apasionado por la Amazonía y Brasil, país en el que residía desde hace 15 años. Realizó numerosos viajes por el "pulmón del planeta" para contar las crisis ambiental y los problemas que sufren las comunidades indígenas.
En el momento de su desaparición estaba escribiendo un libro sobre la conservación medioambiental en la Amazonía, cuyo título era 'Cómo salvar la Amazonía', con el apoyo de la Fundación Alicia Patterson.
También enseñaba inglés de manera gratuita a los niños de la periferia del El Salvador, ciudad en la que vivía junto a su mujer, Alessandra Sampaio.