Rastrean el origen más probable de la segunda pandemia de peste negra, lo que "pone fin a una de las preguntas más fascinantes de la historia"
Un nuevo estudio, publicado este miércoles en la revista Nature, sugiere que el probable origen de la segunda pandemia de peste negra, causada por la bacteria 'Yersinia pestis', se ubica en Eurasia Central. Los investigadores señalan que el primer brote de esta segunda pandemia, que ocurrió entre los años 1346–1353 d.C. en Europa, surgió específicamente en el valle de Chüy, cerca del lago Issyk-Kul, en el actual Kirguistán.
"Nuestro estudio pone fin a una de las preguntas más grandes y fascinantes de la historia y determina cuándo y dónde comenzó el asesino de humanos más notorio e infame", dice Philip Slavin, historiador de la Universidad de Stirling y uno de los participantes de la investigación.
En un trabajo anterior, publicado también en Nature, pero en 2019, los investigadores lograron rastrear las raíces de este primer brote pandémico de peste hasta Laíshevo, una ciudad situada al sudeste de Kazán, a la orilla del embalse de Kúibyshev, en Rusia. Los diversos brotes de esta pandemia abarcan un período de cinco siglos.
Los científicos participantes en ambos estudios estuvieron bajo la dirección de Maria Spyrou, una arqueo-genetista de la Universidad de Tübingen, y el bioquímico Johannes Krause, del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva. Para su investigación realizaron la secuenciación del material genético de los dientes y los esqueletos recuperados de personas que murieron de la enfermedad en Europa y Asia central, y lo compararon con genomas modernos e históricos de 'Y. pestis'.
Los investigadores sabían que en cementerios ubicados en el valle de Chüy había un grupo de tumbas marcadas con lápidas inscritas en el antiguo idioma siríaco con detalles vagos de una pestilencia desconocida y ocurrida en el año 1338. La excavación original se realizó entre 1885 y 1892, pero nunca se confirmó la causa exacta de la muerte. El brote local coincidió con el inicio de la segunda pandemia de peste que diezmó una buena parte de la población europea en la Edad Media.
En los dientes de tres de los siete esqueletos, encontraron rastros de ADN antiguo de la bacteria de la peste, 'Y. pestis', y compararon estos esqueletos con sus lápidas utilizando diarios históricos de las excavaciones originales. Al final, encontraron que las cepas antiguas de Kirguistán están posicionadas exactamente en el nodo de esta diversificación masiva, por lo que indicaron que a partir de ellas surgió este brote pandémico.
Con base en exámenes adicionales de las inscripciones de las lápidas, los artefactos funerarios, los tesoros de monedas y los registros históricos, los investigadores consideran que el valle de Chüy fue el hogar de diversas comunidades que dependían del comercio con regiones de Eurasia. Esas rutas comerciales pueden haber sido la vía de dispersión de la enfermedad.