Cuando queda poco para que se cumpla el plazo de 48 horas dictado por la Sala Civil del Tribunal Superior de Bogotá para que se efectúe el debate electoral en Colombia, una resolución pone en duda que se celebre el encuentro entre el candidato presidencial de izquierda, Gustavo Petro, y el derechista Rodolfo Hernández.
En medio del revuelo que causó la decisión del tribunal bogotano, el Consejo Nacional Electoral (CNE) se pronunció para aclarar que si bien la ley establece el derecho de los candidatos a asistir a tres debates a lo largo de la campaña, "la norma no establece que dicha actividad sea de carácter obligatorio".
El dictamen del CNE se produjo a raíz del recurso interpuesto por Ana María Robledo, miembro de la Cámara de Representantes de Bogotá, para obligar a Hernández a debatir con Petro, en vista de que el candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción se negaba a discutir públicamente sus propuestas.
"Solicitar al candidato presidencial asistir a estos no tiene fundamentación alguna, como quiera que, la realización de estos se da por parte y a petición de los candidatos presidenciales o algunos de ellos", concluye la resolución.
Debate sí, pero a dedo
El miércoles por la tarde todavía era una incógnita la participación de Hernández en un debate. Sin embargo, este jueves el candidato envió una carta para confirmar que acudiría al careo con Petro, acatando la resolución "de corte estalinista" de los jueces, pero bajo sus condiciones.
Entre las numerosas peticiones, como el tiempo para exponer las ideas y el formato del debate, Hernández también exigió que el evento se celebre cerca de su casa en Bucaramanga; que se aborden los temas que él proponga; y que los periodistas que acudan sean algunos de los que mejor le han tratado en las últimas tres semanas de campaña: Vicky Dávila, de Semana; Darcy Queen de la emisora La FM; y Jessica de la Peña, de Noticias RCN.
La respuesta de Petro a la abultada lista de peticiones del ingeniero (que no participó ni una sola vez en los debates por la primera vuelta) fue también a través de una carta, publicada en su perfil de Twitter: "Usted dice que acepta el debate. No es verdad. Usted se burla del debate, de la justicia, de los medios de comunicación y de los colombianos al querer imponer unas condiciones. No importa (...) Nos vemos en Bucaramanga, por supuesto", se lee en la misiva.
Desde que Hernández pasó a segunda vuelta en un sorpresivo resultado que dejó fuera al candidato oficial del uribismo, Petro ha insistido en invitar al aspirante de la Liga de Gobernantes Anticorrupción a debatir sus propuestas.
La reiterada invitación tiene que ver al menos con dos elementos: el primero, que ambos pasaron al balotaje ondeando la bandera del "cambio" frente al uribismo en el poder; y la segunda, porque Hernández ha evitado a toda costa cualquier careo, al punto de que la semana pasada amenazó con esperar los resultados de la segunda vuelta en EE.UU.
"El ingeniero", como también conocen a Hernández, argumentó que había recibido "amenazas" y que tenía información de un presunto atentado a cuchillo en su contra. No obstante, el Gobierno de Iván Duque se comunicó con el candidato para garantizarle un esquema de seguridad, por lo que retornó a Colombia el fin de semana pasado.
Petro, quien también ha recibido amenazas al igual que su compañera de fórmula Francia Márquez, mantiene firme su deseo de abrir la discusión pública. Sin embargo, para Hernández, la presión para que ocurra el careo se ha logrado mediante una tutela, "vía abuso descarado e inconstitucional", como si los electores "fueran a cambiar de opinión por lo que se diga o deje de decir en el endiosado y mitificado debate".
El balotaje presidencial en Colombia está previsto para este domingo. Mientras Petro intenta conquistar el voto de los indecisos, Hernández apuesta a aglutinar no solo los apoyos que alcanzó en primera vuelta, sino garantizar el respaldo del uribismo que se volcó a su candidatura, tras el espaldarazo de Federico 'Fico' Gutiérrez.
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