Las empresas energéticas europeas se han visto obligadas a recurrir a las reservas de gas que normalmente utilizan durante la temporada de invierno, esto debido a la reducción en el suministro del hidrocarburo desde Rusia que se registró esta semana, asegura Bloomberg en un informe.
Según Gas Infrastructure Europe (GIE), la reciente disminución en el flujo desde el gasoducto Nord Stream, que desde Alemania surte con gas natural a otros países del continente, ha desencadenado una caída en los niveles de almacenamiento de los operadores, similar a la que experimentaron en abril cuando, por lo general, inician la recarga de sus instalaciones.
"Claramente, esto no debería estar sucediendo en la temporada de inyección [de gas]. Será inquietante para el mercado", opina Warren Patterson, jefe de estrategia de materias primas del grupo financiero neerlandés ING Groep.
La compañía estatal rusa Gazprom aseguró este miércoles que se vio obligada a apagar el motor de una segunda turbina de gas de la empresa Siemens porque la alemana aún no le ha devuelto el equipo técnico utilizado para bombear el gas, que estaba siendo reparado en Canadá, y este no puede ser devuelto debido a las sanciones canadienses. Siendo una de las principales rutas de suministro de gas ruso a Europa, la disminución en el flujo disparó el precio del gas en más del 10 %.
Estos recortes coinciden con la interrupción, a causa de un incendio, en el funcionamiento de una planta de Freeport LNG en EE.UU., uno de los mayores operadores de gas natural licuado del país y que representa otra fuente crucial de suministros europeos. De acuerdo con Reuters, el incendio de la semana pasada mantendría la instalación fuera de servicio hasta septiembre y solo operaría parcialmente hasta fin de año. La noticia del cierre prolongado de la planta se suma a las causas del incremento en los precios del gas en Europa.
Los depósitos europeos se situaban este martes en un 52 % de su capacidad. De acuerdo con los últimos datos de GIE, la reserva de gas ha registrado un descenso de un punto porcentual, aunque se mantiene cerca del nivel promedio de cinco años. "El mayor reto al que se enfrenta el mercado es evaluar el impacto de la consiguiente ralentización de las inyecciones de almacenamiento", subraya al respecto Arun Toora, analista de Bloomberg.
Gazprom anunció este jueves que por ahora no hay una solución inmediata a los problemas con el Nord Stream, pero afirma que podría utilizar la capacidad sobrante de los oleoductos que atraviesan Ucrania para abastecer a los clientes europeos. No obstante, esa vía será sometida a una revisión anual de mantenimiento el próximo mes. Al mismo tiempo, el director general de la empresa rusa, Alexéi Miller, informó que el gasoducto Nord Stream 2 está listo para funcionar en cualquier momento.
En el caso hipotético de un cierre total del suministro desde el Nord Stream, el continente no alcanzaría los niveles de reserva que la Unión Europea aconseja para el inicio de la temporada invernal en noviembre. La consultora británica Wood Mackenzie pronostica que, en ese caso, la región agotaría sus existencias en enero.