El incendio forestal que se desató en la provincia de Zamora el pasado 15 de junio se está convirtiendo en uno de los peores que se ha registrado en las últimas dos décadas en España.
En cinco días, hasta este lunes, ha carbonizado alrededor de 30.000 hectáreas y ha obligado a la evacuación de más de 20 poblaciones, con el agravante de que se trata de localidades envejecidas con vecinos con una elevada media de edad.
Durante estos cinco días las llamas han provocado el corte de la carretera nacional N-631, también obligó a cortar la línea de tren de alta velocidad Orense-Zamora.
El incendio se localiza en su mayor parte en la reserva de la Sierra de la Culebra, en el interior del país. A pesar de los avances, todavía existe riesgo de reproducción de las llamas debido al viento.
Más de 600 personas están trabajando en la extinción del fuego y sus labores comienzan a dar sus frutos. Entre el domingo y las primeras horas de este lunes se ha conseguido estabilizar el perímetro de las llamas. Además, el descenso de las temperaturas y el aumento de la humedad, después de una intensa ola de calor, están ayudando a las operaciones.
A los profesionales castellanoleoneses se han unido en la lucha contra el fuego medios del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y de las Comunidades Autónomas de Cantabria, Castilla - La Mancha, Extremadura, Galicia y Madrid, así como la Unidad Militar de Emergencias (UME).
En la zona se han desplegado 29 agentes medioambientales, 18 técnicos, 40 autobombas, 9 bulldozer, 36 cuadrillas de tierra y helitransportadas, 20 helicópteros, dos aeronaves de coordinación y dos aviones anfibios, según un comunicado publicado este domingo por la Junta de Castilla y León.
En días sucesivos han tenido que ser evacuados los municipios de Melgar de Olleros de Tera, Calzadilla de Tera, Pumarejo de Tera, Villardeciervos, Villanueva de Valrojo, Ferreras de Arriba, Ferreras de Abajo, Codesal, Cional, Flechas de Aliste, Otero de Bodas, Palazuelo de las Cuevas, Pobladura de Aliste, Torres de Aliste, Cabañas de Aliste, Boya, Mahíde y San Pedro de las Herrerías. Este lunes todos los vecinos habían podido volver a sus hogares y las vías de comunicación cortadas habían sido restablecidas.
Ahora, los trabajos, tanto aéreos como terrestres, se centran en el aseguramiento, enfriamiento y perimetración de la zona, ante el riesgo de reproducciones por la posible vuelta de fuertes vientos y condiciones meteorológicas adversas.
El presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha informado que su Gobierno ya se encuentra "trabajando para poner en marcha un plan especial de recuperación medioambiental y también de recuperación socioeconómica".
Sin embargo, la gestión de la prevención de incendios ha sido duramente criticada durante estos días. Así, Ecologistas en Acción considera que el incendio en la Sierra de la Culebra es una "catástrofe anunciada" en el contexto del cambio climático y reclama que la campaña contra incendios "empiece el 1 de enero y termine el 31 de diciembre", como ha publicado en un comunicado y en sus redes.
Asimismo se critica que el operativo contra incendios no esté al 100 % hasta el 1 de julio y que no se haya declarado el máximo grado de peligro que permite poner en funcionamiento ese operativo antes de esa fecha.
Diversos sindicatos y colectivos de bomberos llevan meses reclamando que el operativo se encuentre en funcionamiento todo el año y que sea dotado de personal, medios y formación adecuados.
Igualmente, desde la oposición el Partido Socialista sostiene que el operativo no está ni al 25 % de su capacidad y exige que el Gobierno regional dé explicaciones sobre los medios con los que cuentan los bomberos de la comunidad.
Los incendios se multiplican por la Penísula
El de Sierra de la Culebra no es el único incendio que preocupa en España. Tras una semana de ola de calor los fuegos se han multiplicado por todo el territorio. En la actualidad alrededor de mil personas continúan evacuadas y ocho carreteras secundarias se encuentran cortadas por el fuego.
En Navarra, al norte del país, son cinco los fuegos que están activos en la actualidad, dos de ellos sin control. Trece localidades están desalojadas y alrededor de un millar de vecinos se encuentran realojados. Las autoridades piden que la región sea declarada zona de emergencia.
En Cataluña se ha dado por estabilizado el incendio de Peramola este lunes, mientras que el de Artesa de Segre, en la provincia de Lleida, ya no tiene llama después de haber arrasado 2.700 hectáreas.
Decenas de incendios activos se han registrado el pasado fin de semana en España, que han recorrido simultáneamente tierras de Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Navarra y Valencia.