Unos comentarios del vicepresidente de Brasil, Hamilton Mourao, recogidos ampliamente por la prensa local, sobre los asesinatos del periodista británico Dom Phillips y el indigenista brasileño Bruno Pereira en la Amazonía, han generado un gran malestar.
Mourao comentó que el asesinato del reportero, un reconocido experto en la Amazonía, fue "un daño colateral" y afirmó que pudo existir un autor material del crimen, contradiciendo la versión de la Policía que ya descartó este extremo.
"Si hay un autor intelectual, es un comerciante de la zona que estaba sintiéndose perjudicado por las acciones, principalmente, de Bruno y no de Dom, Dom entró de rebote en esta historia. Fue un efecto colateral", dijo.
Hasta el momento, tres personas han sido detenidas y dos de ellas confesaron los asesinatos.
El vicepresidente también subrayó que los asesinos confesos probablemente son ribereños "sin acceso a buenas condiciones de vida".
"Esas personas que asesinaron, probablemente, los dos son ribereños, gente que vive en el límite, sin tener acceso a mejores condiciones de vida. Viven de la pesca (...) Viven en una comunidad que no tiene luz eléctrica 24 horas al día, el generador funciona y cuando no hay, no hay. Es una vida dura", justificó.
Pero, además, aseguró que los asesinatos "deben haber ocurrido en domingo" porque la "gente bebe, se emborracha". "Lo mismo que pasa a las afueras de las grandes ciudades", aseveró.
Y continuó: "Aquí en Brasilia, lo sabemos, todos los fines de semana hay personas que son asesinadas a puñaladas, baleadas, de las formas más cobardes. Normalmente ¿fruto de qué? De la bebida. Así que lo mismo debe haber sucedido allí".
"Acción planificada"
La Unión de los Pueblos Indígenas del Valle do Javari (Univaja), con quien colaboraba Pereira en el momento de su asesinato, aseguró que los comentarios del vicepresidente demuestran que "desconoce la actuación de los indigenistas en la región".
"El asesinato de Bruno y Dom fue una acción ordenada y planificada, no fruto de la casualidad", denunció.
En referencia a la supuesta embriaguez de los asesinos confesos, la organización destacó que en los crímenes participaron "innumerables personas que se esforzaron por seguir la lancha de Bruno y Dom, ocultar sus pertenencias, la embarcación, desmembrar sus cuerpos, quemarlos y enterrarlos en distintos puntos de la zona de búsqueda".
Univaja denuncia que ya presentó a las autoridades documentos que muestran la existencia de un grupo criminal organizado que actúa en constantes invasiones en la Tierra Indígena del Valle de Javari. En su opinión, esta fue la causa por la que Pereira se convirtió "en uno de los objetivos de ese grupo criminal".
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ya había calificado con anterioridad la expedición de los dos profesionales de "aventura poco recomendable" y también llegó a comentar que Phillips era "mal visto en la Amazonía".
La periodista Miriam Leitao consideró que la falta de sensibilidad en las declaraciones del presidente y del vicepresidente muestran que "el Gobierno está intentando esquivar su culpa por lo ocurrido".
En pleno año electoral, el caso de Phillips y Pereira ha provocado un gran impacto dentro y fuera del país, con protestas masivas este fin de semana en Brasil para exigir justicia.
El caso ha dejado entrever la carencia de los organismos de fiscalización en estas zonas, todavía más debilitados desde que Bolsonaro llegó al poder.