El Estado de Chile restituyó a varias comunidades mapuche un total de 172 hectáreas de tierra, a través de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) en la comuna de Freire, región de la Araucanía.
Se trata del primer proceso de reconocimiento territorial a poblaciones originarias de la gestión del presidente Gabriel Boric, y forma parte del Plan Buen Vivir, un conjunto de medidas determinadas por el Gobierno para mantener un diálogo con los pueblos indígenas.
"Estamos muy contentas y emocionadas porque estamos entregando las primeras tierras en nuestro Gobierno a unas familias que estaban esperando desde 2005, cumpliendo así con las promesa del presidente Boric de entregar tierras, y además apoyo, para que puedan hacer esas tierras productivas, permitiendo que la comunidad se desarrolle", señaló Jeanette Vega, Ministra de Desarrollo Social y Familia.
La comunidad mapuche José María Saavedra, sector Mahuidache, fue la beneficiada con la restitución. Se constituyó el 23 de septiembre del año 2000 y está conformada por 50 familias indígenas.
El presidente de la comunidad, Jorge Ancavil, celebró la decisión: "Contentos porque con este beneficio vamos a poder desarrollarnos como pueblo, como comunidad y como familia", dijo citado por Biobío.
La entrega de tierras responde al histórico conflicto territorial en Chile entre el Estado, algunas comunidades mapuches y empresas forestales que explotan tierras consideradas ancestrales por los pueblos originarios.
La zona sur del país es la más afectada debido a las tensiones y los constantes episodios de violencia, ataques incendiarios y atentados contra propiedad privada que son atribuidos a grupos extremistas mapuche.
En este contexto, Chile aplicó el Estado de Excepción Constitucional de Emergencia, que permite el apoyo de las Fuerzas Armadas en las tareas de seguridad en la zona, que colaboran con las policías. Pero la militarización de la región ha sido cuestionada por las comunidades y las organizaciones de derechos humanos, que reclaman establecer canales de diálogo entre el gobierno y las comunidades.
Similares tensiones se viven en la región sur de Argentina, donde cientos de familias mapuches también reclaman el reconocimiento de sus tierras ancestrales.
El mes pasado, la Justicia de ese país ratificó un fallo que ordena la restitución de tierras en manos del Ejército a familias originarias. Se trata de 180 hectáreas, administradas por el Estado, que son reclamadas por los mapuches por derecho ancestral, cerca de la ciudad de Bariloche, en la provincia sureña de Río Negro.