El presidente de EE.UU., Joe Biden, admitió este martes que el conflicto en Ucrania podría convertirse en un largo "juego de espera" entre Rusia y Europa.
"En algún momento, esto va a ser un poco un juego de espera: lo que los rusos puedan soportar y lo que Europa esté dispuesta a soportar", afirmó el mandatario.
Biden también indicó que la OTAN discutirá la situación de las relaciones entre Rusia y Europa en una cumbre que se celebrará a finales de junio en Madrid (España). "Esa es una de las cosas de las que vamos a hablar en España", aseveró.
Ya a primeros de junio, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, reconoció que las sanciones antirrusas están empezando a dañar a Europa. "Al principio, las sanciones solo eran difíciles para Rusia, pero ahora estamos llegando a un punto en el que las sanciones son dolorosas para nuestros propios países, y ahora la pregunta es cuánto dolor estamos dispuestos a soportar", declaró.
A su vez, Moscú ha denunciado reiteradamente que Occidente pretende prolongar el conflicto en Ucrania con envíos masivos de armas. La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, criticó que los gobiernos occidentales están privando a la gente de lo único que le queda, los alimentos, al tomar los productos alimenticios ucranianos como forma de pago.
"Ante las declaraciones del Occidente colectivo sobre una hambruna inminente, los productos ucranianos se envían al extranjero", señaló Zajárova, agregando que la OTAN "no se los pagan con dinero, sino con armas".