El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha comunicado este jueves que Moscú ya entregó por escrito a la ONU las propuestas formuladas por el presidente Vladímir Putin para resolver la actual crisis alimentaria.
"Hacemos todo lo que podemos. La lentitud de la respuesta a un asunto aparentemente urgente es preocupante. No descarto que la Secretaría de la ONU también esté sometida a una intensa presión por parte de quienes desean dirigir la organización desde el exterior", señaló el canciller en una entrevista para la cadena nacional de radio y televisión de Bielorrusia.
Lavrov precisó que, en todo caso, el secretario general de la ONU, António Guterres, trata de involucrarse en la resolución del problema e incluso envió a sus representantes a Moscú. En este contexto, aseguró que el mandatario ruso ya explicó que la vía más fácil para aliviar la situación con los alimentos es a través de Bielorrusia, y solo hace falta asegurar toda la cadena logística y financiera.
Además, el jefe de la diplomacia rusa reiteró que el tránsito del trigo ucraniano fue obstaculizado por Kiev tras el minado de puertos. Mientras, los militares rusos abren corredores humanitarios seguros en el mar Negro con el fin de garantizar el tránsito seguro del grano.
"Estamos dispuestos a cooperar con los turcos. Pero para ello, los ucranianos deben desminar sus puertos. No lo quieren hacer. Al mismo tiempo, Guterres está tratando de resolver las cuestiones de la exportación del cereal de los puertos ucranianos sin tener en cuenta los corredores diarios que abrimos a diario. Quiere llegar a un acuerdo sobre el grano ucraniano primero, y luego del ruso. Nadie nos mete prisa en ningún sitio", afirmó el canciller.
Según Lavrov, esta situación crea problemas para muchos países en desarrollo. En este sentido, criticó al jefe de la ONU por "prolongar con sus acciones la crisis alimentaria", lo que impide que el trigo llegue a las naciones en desarrollo con más rapidez.
Mientras, desde el Consejo Europeo volvieron a asegurar este jueves que Rusia es "el único responsable" de la crisis de seguridad alimentaria a escala global. En este sentido, los líderes europeos instaron a Moscú a desbloquear el mar Negro y dejar de perpetrar ataques que, según Bruselas, están dirigidos contra instalaciones agrícolas.