Australia disparó el "primer tiro" en el deterioro de sus relaciones con China hace cuatro años, cuando prohibió la instalación de los equipos 5G de la compañía china Huawei en su territorio por motivos de seguridad, afirmó este viernes el embajador chino en Canberra, Xiao Qian, citado por Reuters.
La decisión, adoptada por el anterior Gobierno australiano en 2018, "quizás podría describirse como el primer tiro que realmente ha dañado nuestras relaciones comerciales normales", declaró el diplomático durante un discurso en la Universidad Tecnológica de Sídney.
No obstante, aseguró que existe una "oportunidad para una posible mejora de las relaciones" con el nuevo Ejecutivo, encabezado por el primer ministro Anthony Albanese, y enumeró algunas "áreas principales" en las que, según Xiao, es importante que "China y Australia realicen esfuerzos conjuntos".
Así, Canberra debería respetar el sistema político socialista de China, atenerse al beneficio mutuo en asuntos económicos con políticas "favorables y justas", ser racional en materia de seguridad, además de cooperar con Pekín en asuntos regionales y "gestionar adecuadamente las diferencias", puntualizó.
Tensiones entre Pekín y Canberra
Las relaciones entre ambos países comenzaron a congelarse en 2020, cuando Australia pidió una investigación independiente sobre el origen del coronavirus, a lo que el gigante asiático respondió con la imposición de aranceles a la importación de varios productos australianos.
Desde entonces, los vínculos se fueron deteriorando por asuntos como la creciente influencia de Pekín en el Pacífico, las acusaciones de una "interferencia política" china en las elecciones federales de Australia o la reciente intercepción de un avión de vigilancia marítima australiano por parte de China sobre el mar de la China Meridional.
No obstante, el nuevo Gobierno de Australia está "abierto" a reuniones diplomáticas con China para resolver las tensiones, afirmó este mes el vice primer ministro y titular de Defensa del país, Richard Marles. Aun así, las relaciones entre ambas naciones seguirán siendo complicadas, admitió a finales de mayo Albanese.