El primer ministro británico, Boris Johnson, este jueves instó a los opositores a mantener una "mente abierta" sobre su plan de deportar a migrantes ilegales a Ruanda.
"Los críticos tienen que mantener la mente abierta sobre la política", afirmó el alto funcionario a los medios. Las declaraciones de Johnson se producen durante su visita la capital ruandesa Kigali, donde se celebra estos días la cumbre de la Mancomunidad de Naciones, organización compuesta por 54 países, mayorías de los cuales comparten lazos históricos con el Reino Unido.
"Lo que tienen que entender los críticos de la política, y he visto montones y montones de críticas, es que Ruanda ha sufrido una transformación absoluta en las últimas dos décadas", subrayó Johnson.
El plan presentado el 14 de abril por el primer ministro británico, Boris Johnson, prevé que "cualquier persona que entre ilegalmente en el Reino Unido, incluidas aquellas que han llegado de forma irregular desde el 1 de enero, podrá ser reubicada en Ruanda". Según Johnson, esta iniciativa "proporcionará rutas seguras y legales para el asilo", mientras que los migrantes podrán "construir una nueva vida en ese dinámico país [africano], con el apoyo financiero" de Londres.
Críticas
El plan ha recibido muchas críticas, no solo por parte de los políticos, sino también de la Iglesia anglicana y la monarquía británica. Durante la última misa de Pascua, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, dijo que la iniciativa presenta "serias cuestiones éticas", y que el Reino Unido tiene la "responsabilidad nacional" de no transferir sus compromisos "subcontratando" los servicios de una tercera nación.
A su vez, el príncipe Carlos, que también llegó a Kigali esta semana, calificó el plan de "atroz", informaron varios medios con referencia a una fuente anónima. Según el informante, el heredero del trono está "más que decepcionado". "Estaba claro que [Carlos] no estaba impresionado con la dirección del Gobierno", agregó.
Kigali admitió haber gastado ya parte del dinero enviado por el Reino Unido
Mientras, el Gobierno ruandés ya recibió un primer pago de 120 millones de libras esterlinas (más de 147 millones de dólares) desembolsados por el Ejecutivo de Johnson para el alojamiento de los migrantes. Kigali admitió haber gastado ya parte de esos fondos, y espera recibir a los primeros deportados.
La portavoz del Gobierno de Ruanda, Yolande Makolo, señaló que este dinero "estaba destinado a preparar todos los alojamientos y todas las demás instituciones". "No voy a especular sobre eso", indicó Makolo a the Mirror, al ser preguntada sobre si se devolverá el dinero en caso de que la iniciativa no se aplique.
- El primer vuelo chárter de deportados debía partir la semana pasada, sin embargo, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) intervino minutos antes del despegue, alegando que el plan conllevaba un "riesgo real de daño irreversible". Así, el Reino Unido empezó la batalla legal para llevar a cabo su política de deportación a Ruanda.
La organización de la cumbre la Mancomunidad de Naciones por parte de Ruanda es controvertida para algunos, que recuerdan que el líder autoritario, Paul Kagame, ha sido presidente de facto del país africano desde el genocidio de 1994, escribe AP.