El cuerpo del indigenista brasileño Bruno Pereira, de 41 años, asesinado a tiros en la Amazonía junto al reportero británico Dom Phillips, fue velado este viernes en Paulista, su ciudad natal en el estado de Pernambuco, en el noreste de Brasil.
Su féretro estaba decorado con la bandera de Pernambuco, de su equipo de fútbol, Sport Recife, y por una camisa de la Unión de los Pueblos Indígenas del Valle de Javari, la organización con la que trabajaba en el momento de su asesinato.
"La familia se está despidiendo de Bruno con el corazón lleno de gratitud por haberle tenido en nuestras vidas. La vida de Bruno fue de coraje, dedicación y de fidelidad a las causas indígenas", reza una nota divulgada por su familia, de la que se hace eco la prensa local.
Tras el velorio, que estuvo marcado por una ceremonia indígena realizada por un grupo de la etnia Xukuru, se procedera a su cremación.
El cacique Marcos Xukuru dijo que el objetivo ahora es dar continuidad al legado de Pereira. "El guerrero Bruno hoy se convierte en mártir de la causa indígena, de las causas populares y de aquellos que luchan en defensa de la vida. Brunos nos representa a todos nosotros", afirmó.
Por su parte, el Observatorio de Derechos Humanos de los Pueblos indígenas Aislados escribió en un comunicado: "Su cuerpo exhala el perfume del mar y el denso aroma de la selva, a la cual defendió hasta ser asesinado por quienes la destruyen". Pereira estaba casado con la antropóloga Beatriz Matos y tenía tres hijos.
Los cuerpos de Pereira y Phillips fueron entregados a sus allegados el jueves por la noche, más de dos semanas después de que desapareciesen, el pasado 5 de junio, cuando realizaban una expedición en el Valle de Javari, en el estado de Amazonas.
La viuda de Phillips, la brasileña Alessandra Sampaio, publicó la foto de la alianza de boda de su marido después de que se la entregase la Policía. Phillips, que tenía 57 años y era colaborador del periódico británico The Guardian, será enterrado en Niterói, una ciudad en el estado de Río de Janeiro.
Un sospechoso se entregó el jueves a la Policía y confesó que participó en los crímenes junto a las tres personas ya detenidas. La Policía no descarta ahora que exista un autor intelectual detrás de los crímenes y echa por tierra su primeras declaraciones en las que negó esta opción y por lo que recibió muchas criticas.
Univaja denuncia que presentó a las autoridades documentos que muestran la existencia de un grupo criminal organizado que actúa en constantes invasiones en la Tierra Indígena del Valle de Javari y, en su opinión, esta fue la causa por la que Pereira se convirtió "en uno de los objetivos de ese grupo criminal".