Un equipo de biólogos chinos ha desarrollado un método alternativo a la forma natural de crear vida, la cual se basa en el uso de células madre maduras, sin la unión de un espermatozoide y un óvulo.
Tras veinte años de estudiar un tratamiento de células madre mediante el uso de distintos agentes químicos, los estudiosos encontraron tres moléculas capaces de inducir químicamente la función de crear un nuevo organismo. Las células de ratón procesadas con este cóctel obtuvieron las propiedades de totipotencia —la capacidad de dirigir el desarrollo total de un organismo—, que normalmente solo tienen los cigotos, células resultantes de la unión de dos células sexuales.
El "potencial de diferenciación de las células resultantes" en el laboratorio permite crear un sistema estable "para que investigadores posteriores desmitifiquen la creación de la vida", indicaron los investigadores en un comunicado difundido por la Universidad de Tsinghua, con sede en Pekín.
Según los autores, el estudio abre enormes oportunidades: por ejemplo, los científicos pueden manipular las células totipotentes para comprender mejor el complejo proceso del comienzo de la vida. "Ciertas células tendrán que surgir en el momento correcto y en el lugar correcto para que ocurra la vida", afirmó el investigador Sheng Ding.
En el proceso natural, tan pronto que la primera célula embrionaria se divide en dos, se pierde rápidamente el potencial de diferenciación para dar lugar a múltiples tejidos, generar un organismo completo y también tejidos de apoyo como el saco vitelino y la placenta.
Uno de los mayores desafíos para el estudio era producir tanto células embrionarias como extraembrionarias. El equipo lo consiguió 'in vitro' y al inyectar las células resultantes en los embriones tempranos de ratón. Precisamente la capacidad de producir ambas clases de células es lo que las convierte en totipotentes, explican los científicos en un artículo publicado esta semana.