El secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin, declaró este viernes que el Pentágono está trabajando para garantizar que los miembros de las fuerzas armadas, sus familias y los empleados civiles sigan teniendo acceso a la "atención sanitaria reproductiva" tras la decisión de la Corte Suprema estadounidense de revocar el derecho constitucional al aborto.
"Nada es más importante para mí o para este departamento que la salud y el bienestar de nuestros miembros del servicio, la fuerza de trabajo civil y las familias del Departamento de Defensa", señaló Austin, quien subrayó que está comprometido a "cuidar" de las personas y "garantizar la preparación y la resiliencia" de las Fuerzas Armadas de EE.UU.
"El Departamento está examinando de cerca esta decisión y evaluando nuestras políticas para garantizar que seguimos proporcionando un acceso sin fisuras a la atención sanitaria reproductiva, según lo permitido por la ley federal", concluyó.
La decisión de anular la vigencia del caso Roe contra Wade de 1973 podría conducir a la prohibición del aborto en aproximadamente la mitad de los estados de la nación.
En 13 estados de EE.UU., principalmente en el sur y el Medio Oeste, ya existen leyes que prohíben el aborto en caso de anulación del histórico fallo. Varios estados prohíben el aborto totalmente o después de las seis semanas de gestación, antes de que muchas mujeres se enteren de que están embarazadas.