El embargo al oro ruso privará a Moscú de unos 19.000 millones de dólares de ingresos anuales, según ha afirmado el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, hablando sobre cuándo se verán los efectos todavía invisibles de las sanciones ya impuestas.
En un nuevo intento de afectar a la economía rusa por su operación militar en Ucrania, los líderes de Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Japón anunciarán la prohibición de las importaciones de oro ruso, durante la cumbre del G7 que arrancó el domingo en Alemania.
El oro es "la segunda exportación más lucrativa que tiene Rusia, después de la energía", dijo Blinken al periodista Jake Tapper de CNN.
"Supone unos 19.000 millones de dólares al año, y la mayor parte de estos procede de los países del G7. Cortar eso, negar el acceso a unos 19.000 millones de dólares de ingresos al año, es significativo", subrayó.
En realidad, la segunda exportación más valiosa de Rusia son los alimentos. Las ventas al exterior de productos agrícolas superaron los 37.000 millones de dólares en 2021, según datos de Moscú.
No está claro si el resto de las naciones del G7 se unirán a dicha prohibición, ya que el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, afirmó el domingo que la UE primero tendría que determinar si sería "posible apuntar al oro de una manera que afecte a la economía rusa y no a ellos mismos."
Tapper recordó que aunque los líderes de EE.UU. y del Reino Unido dijeron que las sanciones occidentales contra Rusia devastarían su economía, "no parece que eso esté ocurriendo".
"Todo lo que hemos hecho desde el principio al imponer estas sanciones y controles de exportación sin precedentes, está teniendo un profundo impacto en Rusia", respondió Blinken, afirmando que Moscú ahora "no puede adquirir lo que necesita para modernizar su sector de defensa, modernizar su tecnología, modernizar su exploración energética".
"Ya estamos viendo predicciones de que la economía rusa se contraerá entre un 8 % y un 15 % el próximo año", declaró, citando al parecer las mismas cifras proporcionadas por Biden a principios de este mes, que atribuyó a "expertos" no identificados.