A tres meses de las elecciones en Brasil, el Senado aprobó una propuesta de enmienda para declarar el "estado de emergencia", lo que le permitirá al Gobierno de Jair Bolsonaro ampliar los programas sociales y aprobar ayudas para paliar el fuerte incremento en el precio de los combustibles en los últimos meses.
El texto fue aprobado por 67 votos a favor y uno en contra. A pesar de que criticó el "carácter electoral" de la medida, la oposición votó a favor ante la necesidad de ayudar a la población más vulnerable. La propuesta, impulsada por senadores aliados de Bolsonaro, deberá ser analizada por la Cámara de Diputados.
El único voto en contra fue del senador José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). "En vísperas de las elecciones, el Senado trata de aprobar una enmienda a la Constitución instituyendo un estado de emergencia para liberar gastos (...) pasando por encima de todas las reglas fiscales", sentenció.
La medida tendrá un impacto estimado para las arcas públicas que podría llegar a los 41.200 millones de dólares (7.700 millones de dólares).
"Comprar al pueblo"
La propuesta establece la creación de un bono temporal de 1.000 reales (187 dólares) para camioneros autónomos; aumentar de 400 a 600 reales (75 a 112 dólares) la ayuda mensual a las familias más vulnerables dentro del programa Auxilio Brasil; transporte gratuito para los ancianos; beneficios para los taxistas o transferir hasta 3.800 millones de reales (712.000 dólares) para mantener la competitividad del etanol frente a la gasolina.
Para que estos nuevos beneficios salgan hacia delante, el texto prevé la declaración del estado de emergencia, ya que la Ley Electoral prohíbe la creación de nuevos beneficios sociales en año de comicios.
El exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva sigue manteniendo una amplia ventaja sobre el presidente Jair Bolsonaro en los sondeos sobre las elecciones de octubre. La última encuesta muestra que el patriarca de la izquierda brasileña obtendría en primera vuelta un 47 % de las intenciones de voto, frente al 28 % de ultraderechista, una diferencia de 19 puntos porcentuales.
Este viernes, Lula calificó la medida de estrategia "electoral". "En realidad, el proyecto que envió [Bolsonaro] es electoral, él se piensa que puede comprar al pueblo, se piensa que el pueblo es un rebaño, cree que el pueblo no piensa y que cree en mentiras", aseveró en una entrevista a radio Metrópole de Salvador.
La justificación del gobierno para sacar este texto en año electoral es el conflicto en Ucrania y el impacto en los precios de los combustibles, uno de los principales impulsores de la inflación, y gran motivo de preocupación de Bolsonaro, especialmente a pocos meses de los comicios.
A mediados de junio, Petrobras anunció su último aumento del 5,18 % de la gasolina y del 14,26 % de diésel.
"Por supuesto que vamos a votar 'sí', pero es doloroso. Es doloroso por la forma en que se presenta. Los fines son geniales, pero la forma, el momento y la inoportunidad son visibles", destacó el senador Confúcio Moura, del Movimiento Democrático Brasileiro (MDB), en unas declaraciones que recoge Folha de Sao Paulo.