1,6 millones de españoles no disponen de ninguna oficina bancaria en los cerca de 4.500 municipios en los que residen, un dato que se ha agravado tras dos años de pandemia de coronavirus. A finales de 2020, eran 1,2 millones los ciudadanos que no tenían un punto de acceso a efectivo a menos de 5 kilómetros.
El número de cajeros en el país no para de disminuir: al término del primer trimestre de este año había 46.473 cajeros, 1.166 menos que tres meses antes, 2.293 menos que un año antes (-4,7 %) y 3.777 menos que al comienzo de la pandemia (-7,5 %). El actual es el número más bajo de estos dispositivos desde el año 2001, según los datos del Banco de España.
La mayoría de quienes no tienen acceso a cajeros son residentes de pequeños municipios y personas de avanzada edad. Si bien la falta de estos equipamientos es un contratiempo, la mayor adversidad a la que se enfrentan es la falta de sucursales y de una atención personal que les ayude a bregar con la brecha digital, que hace que muchos de ellos encuentren serias dificultades para manejar los cajeros automáticos.
La solución que contemplan las grandes entidades del país no pasa por una marcha atrás en este vaciado nacional de cajeros, sino en poner en funcionamiento respuestas como autobuses o agentes ambulantes que se desplacen en fechas determinadas a las localidades que se encuentran sin servicio bancario, como apuntó la presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB), Alejandra Kindelán, durante una intervención en un curso de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.
El efectivo, todavía clave en España
A pesar de que el uso de tarjetas de débito y crédito no ha parado de aumentar desde 2014, el efectivo todavía es ampliamente utilizado. Durante el primer trimestre de este año se retiraron 26.733 millones de euros de los cajeros, un 10 % más que el mismo periodo del año pasado.
El año que estalló la pandemia, 2020, fue el periodo en el que menos se consumió por los confinamientos domiciliarios y en el que, por lo tanto, más cayeron las retiradas de efectivo, hasta quedarse en 102.197 millones de euros, con una caída mayor al 18 %. En 2021 la cifra comenzó a recuperarse y se superaron los 111.000 millones, aunque lejos todavía de la cifra de 2019, de 125.188 millones.
Ahondando la exclusión bancaria
No solo la desaparición de los cajeros automáticos está dificultando el acceso a los servicios financieros de la población, sobre todo de aquellos sectores más vulnerables, como las personas mayores.
Solo en el primer trimestre de este año las seis principales entidades bancarias del país han reducido sus plantillas en 4.687 empleados, determinante para que el sector bancario en su conjunto en ese periodo entre enero y marzo haya cerrado 548 oficinas, dejando una red nacional de 18.467 sucursales.
Unas cifras que contrastan con sus beneficios en ese primer trimestre. Los cinco grandes bancos españoles cotizados en el Ibex-35 (Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell y Bankinter) ganaron más de 2.000 millones de euros con su negocio en España, duplicando casi la cifra de 2021. En el plano global superaron los 5.200 millones de euros, un 26 % más que en 2019, el último año prepandemia.