La jugadora de baloncesto estadounidense Brittney Griner, detenida en el aeropuerto internacional Sheremétievo de Moscú el pasado 17 de febrero en posesión de drogas, se declaró este jueves culpable de contrabando de aceite de hachís, pero, según reporta la agencia TASS, la deportista aseguró que no tenía la intención de cometer ningún delito.
La atleta había llegado desde Nueva York y, mientras pasaba por el corredor verde del aeropuerto, su equipaje llamó la atención de un perro de servicio policial.
En su primera audiencia, el viernes pasado, Griner fue informada de los cargos en su contra: se le acusa de introducir drogas deliberadamente en el país. El Ministerio de Exteriores ruso notificó el miércoles que la estrella de la WNBA podrá recurrir su sentencia o pedir clemenciauna vez que se dicte el veredicto.
Greiner se enfrenta a una pena de entre 5 y 10 años de cárcel. Su próxima comparecencia ante el tribunal tendrá lugar el 14 de julio.
Biden está "trabajando" para conseguir su liberación
El presidente estadounidense, Joe Biden, llamó por teléfono a la esposa de Griner y le aseguró que está "trabajando para conseguir la liberación de Brittney lo antes posible". El presidente calificó de "intolerable" la detención de la deportista.
En medio de la llamada, de la que participó también la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris, Biden ordenó a su equipo que mantenga contactos regulares con la familia de Griner y las de otros estadounidenses detenidos en el extranjero.