El exagente de la Policía estadounidense Derek Chauvin, que en mayo de 2020 provocó la muerte del afroamericano George Floyd durante un intento de arresto, fue condenado a 21 años de prisión por cargos federales este jueves por violar los derechos civiles de la víctima, informan medios locales.
"De verdad, no sé por qué hiciste lo que hiciste, pero colocar tu rodilla en el cuello de otra persona hasta hacerla morir es simplemente incorrecto, y por esta conducta debes ser castigado considerablemente", expresó el juez federal del distrito, Paul Magnuson.
Asimismo, agregó que el expolicía "destruyó por completo las vidas" de otros tres agentes implicados en el caso: Tou Thao, J. Alexander Kueng y Thomas Lane.
245 meses de cárcel
En junio de 2021, Chauvin fue sentenciado a 22,5 años de prisión por un tribunal estatal por cargos de asesinato y homicidio en relación con la muerte de Floyd y cumplirá su nueva condena de manera simultánea en una prisión federal. De esta forma, al expolicía, que ya cumplió siete meses en prisión, le quedan 245 meses de cárcel.
En diciembre del año pasado, Chauvin se declaró culpable de violar los derechos civiles de Floyd durante su arresto y reconoció que presionó con la rodilla el cuello del afroamericano, lo que condujo a su muerte. Además, reconoció haber violado los derechos civiles de un menor de edad de 14 años en otro caso distinto en 2017.
No ofreció una disculpa
Durante la audiencia de este jueves, Chauvin se dirigió a la familia de Floyd deseando a sus hijos "todo lo mejor en su vida". Asimismo, expresó su convencimiento de que podrán "convertirse en buenos adultos", si bien no ofreció una disculpa.
Por su parte, el hermano de Floyd, Philonise Floyd, pidió cadena perpetua para Chauvin y confesó que no ha dejado de tener pesadillas desde la muerte de su hermano.
La muerte de George Floyd
George Floyd murió el 25 de mayo de 2020 en el momento de su detención después de que el policía Chauvin le presionara con la rodilla en el cuello durante más de nueve minutos, a pesar de las numerosas veces que la víctima dijo que no podía respirar.
Su muerte provocó numerosas protestas en EE.UU. contra la brutalidad policial y la injusticia racial. Tras la muerte de Floyd, el movimiento Black Lives Matter cobró fuerza nacional e internacional y millones de personas de todo el mundo mostraron su apoyo a la causa.