La plataforma de intercambio de criptomonedas Binance habría continuado procesando transacciones de clientes en Irán a pesar de la prohibición de hacer negocios en ese país impuesta por EE.UU. en 2018, asegura una investigación publicada este lunes por Reuters.
Siete comerciantes entrevistados por la agencia cuentan que eludir las restricciones de Binance era bastante sencillo, ya que, para iniciar cualquier negocio, bastaba con registrarse usando solo una dirección de correo electrónico, sin verificación de identidad. Esos usuarios usaron sus cuentas hasta septiembre del año pasado, un mes después de que el servicio reforzara sus controles contra el lavado de dinero.
Se presume que la actividad financiera desde la república islámica era conocida por altos ejecutivos de la empresa. Mensajes internos de algunos de sus empleados sénior enviados entre 2019 y 2020 corroboran que sabían del hecho e incluso bromeaban sobre la creciente fila de usuarios iraníes que hacían transacciones.
Aunque Binance se rehusó a responder las preguntas de Reuters al respecto, en un comunicado de marzo sobre las sanciones occidentales sobre Rusia por su operativo especial en Ucrania la empresa aseguraba seguir "estrictamente" las medidas internacionales impuestas y tener entre sus filas a "expertos en sanciones y aplicación de la ley de renombre mundial".
Binance, considerada actualmente la mayor bolsa de criptomonedas del mundo, y cuyo 'holding' se sitúa en Islas Caimán —aunque aseguran no tener una sola sede—, no ofrece detalles sobre su esquema de intercambio monetario. Abogados y expertos en sanciones afirman que su peculiar estructura de funcionamiento y el hecho de no ser una compañía estadounidense le ha permitido evitar sanciones legales por sus actividades. No obstante, la plataforma podría ser castigada bajo las llamadas sanciones secundarias, dirigidas a empresas extranjeras que hagan negocios con entidades castigadas, ayuden a los iraníes evadir el embargo comercial de EE.UU. o faciliten cualquier conducta sancionable.