Al menos siete personas han fallecido, 90 resultaron heridas y centenares aún puedan estar atrapadas bajo los escombros tras el ataque con lanzacohetes múltiples HIMARS, de fabricación estadounidense, que las fuerzas ucranianas perpetraron la noche de este lunes contra la ciudad de Nóvaya Kajovka, en la provincia de Jersón.
El jefe de la administración civil y militar del distrito de Kajovka, Vladímir Leóntiev, indicó que el número de víctimas mortales podría ir en aumento, ya que muchos residentes aún permanecen bajo las ruinas o están bloqueados en edificios dañados por el bombardeo. Leóntiev cree que el número de muertos podría ser de "decenas".
Entre los fallecidos se encuentra un adolescente discapacitado que estaba de servicio en un almacén de ayuda humanitaria en el momento del ataque, calificado por el funcionario como "crimen contra la población civil". Asimismo, Leóntiev tachó el bombardeo de "crimen que quedará en los libros de historia", ya que una ciudad pacífica fue atacada con armas de alta precisión.
Seis ataques en una sola noche
Leóntiev precisó que centenares de casas resultaron fuertemente dañadas y decenas de infraestructuras quedaron reducidas a escombros. El bombardeo afectó a escuelas, jardines de infancia, hospitales e iglesias, y una planta que producía equipos para centrales hidroeléctricas en todo el mundo también fue destruida. Además, el suministro de gas y electricidad a la ciudad tuvo que ser interrumpido parcialmente debido a los ataques.
El bombardeo provocó una explosión en unos almacenes de fertilizantes minerales y salitre, detalló Leóntiev, agregando que "un almacén con ayuda humanitaria sufrió graves daños como consecuencia del ataque de las formaciones armadas ucranianas". En ese contexto, la jefa del Centro de Ayuda Humanitaria, Natalia Zariá, comunicó que el almacén contenía 35 toneladas de material, incluidos alimentos para la población locales, que se incendiaron. "Simplemente ya no existe, no hay comida, nada, todo se quemó. Era muy importante para la ciudad, ya que nadie recibe pensiones ni salarios", dijo.
Por su parte, Kirill Stremoúsov, jefe adjunto de la administración civil y militar de la provincia de Jersón, explicó que la ciudad fue objeto de seis ataques, tres de los cuales fueron interceptados por los sistemas de defensa aérea.
El bombardeo afectó mayormente el centro de Nóvaya Kajovka, precisó. "Se rompieron los cristales de las ventanas, se destruyó infraestructura exclusivamente civil, no hay ninguna información acerca de militares fallecidos, únicamente sobre población civil", dijo, agregando que 2 kilómetros cuadrados fueron afectados por el epicentro del ataque.
¿Quién ordenó el ataque?
Las autoridades locales relacionaron el ataque contra la ciudad con las declaraciones del ministro de Defensa ucraniano, Alexéi Réznikov, quien aseguró en una entrevista publicada el sábado que el presidente Vladímir Zelenski había ordenado preparar un asalto contra las regiones costeras del sur del país. Leóntiev asegura que las palabras de Réznikov indican que la orden del mandatario ucraniano está detrás del ataque contra los civiles.
"Literalmente, hace dos días, el jefe del Ministerio, probablemente no de Defensa, sino del Ministerio del Asesinato [Ucrania], Alexéi Réznikov habló sobre el comienzo de la liberación de los territorios temporalmente ocupados. Pues ya comenzó. Y por orden de Zelenski. Por lo tanto, solo puedo suponer lo que les espera a los residentes más adelante", declaró Leóntiev.
¿Qué dice la ONU?
A su vez, el portavoz adjunto del secretario general de Naciones Unidas, Farhan Haq, condenó el ataque, aseverando en declaraciones a TASS que el organismo que representa "se opone a cualquier bombardeo de infraestructura civil".
En paralelo, el representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, también se ha pronunciado acerca del bombardeo y señaló a RIA Novosti que se trata de una consecuencia directa de los suministros de armas de Washington a Ucrania.
"Tales ataques contra objetivos civiles solo pueden provocar una fuerte condena. Esta es una consecuencia directa del suministro de armas por parte de Estados Unidos a Kiev", aseguró.