Blinken acusa a Rusia y China de tener intención de socavar el orden mundial

Según el secretario de Estado de EE.UU., China quiere un orden internacional, pero con una diferencia; Rusia, por su parte, está violando todas las reglas básicas sobre cómo deben relacionarse los países entre sí.

El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, considera que Rusia y China tienen la intención de socavar el orden mundial basado en ciertas normas y reglas destinadas a evitar un nuevo conflicto global, según su reciente entrevista con Thai PBS. 

De acuerdo con el funcionario, Rusia y su posible victoria en el conflicto en Ucrania suponen una gran amenaza para "las reglas básicas sobre cómo se relacionarían los países entre sí, como el respeto a la soberanía, a la independencia, a la integridad territorial y a los derechos humanos".

"No se trata solo de las terribles perturbaciones y muertes en Ucrania, sino también del hecho de que, si se permite a Rusia hacer lo que está haciendo, significará que vamos a volver a un mundo en el que la fuerza da derecho, en el que las grandes naciones pueden intimidar a las pequeñas. Eso es lo contrario del orden basado en normas", declaró.

Además, el secretario señaló que China también supone un reto para este orden, ya que "actúa con la creciente agresión en la región, y con crecientes represiones" dentro del país. Sin embargo, a su juicio, Pekín "realmente quiere establecer un orden mundial, pero con una diferencia", ya que mientras Occidente intenta mantenerlo "básicamente liberal en sus valores, China puede buscar un orden más antiliberal que refleje quizás un conjunto diferente de valores".

Según Blinken, las relaciones de EE.UU. con China son unas de las más importantes, pero también unas de las más difíciles, ya que si Washington no está de acuerdo con Pekín "defenderá sus principios y sus intereses".

Al mismo tiempo, destaca que hay muchas áreas de cooperación con China en las que sus "intereses coinciden", como el cambio climático, la salud mundial, la lucha contra drogas y la gestión de la crisis alimentaria". "Así que esperamos que, aunque compitamos con China, y aunque tengamos profundas diferencias, también podamos encontrar formas de cooperación", concluyó.