El multimillonario y filántropo George Soros ha advertido en un artículo de opinión publicado este martes en el medio alemán Welt que en un futuro cercano EE.UU. podría convertirse en "régimen represivo".
Según el magnate, la mayor amenaza para el país norteamericano no son Rusia y China, sino sus propios enemigos internos. Entre ellos se encuentran "los extremistas de derecha" que buscan "abolir la democracia" y ya tienen bajo su control a la Corte Suprema, a la vez que planear expandir su "ataque al poder ejecutivo".
"Estos incluyen la actual Corte Suprema, que está dominada por la extrema derecha, y el Partido Republicano del expresidente estadounidense Donald Trump, que nombró a estos extremistas", precisó Soros, indicando que anteriormente, la Corte Suprema fue "una de esas instituciones estadounidenses que gozaban de un respeto especial".
Sin embargo, las últimas decisiones tomadas por "la mayoría extremista" hicieron desplomar su índice de aprobación a "un mínimo histórico", mientras que la desaprobación del organismo alcanzó "nuevos máximos", sostiene.
"¿Qué permite calificar a la mayoría de la Corte como extremistas?", pregunta retóricamente el multimillonario estadounidense a los lectores. En su opinión, no se trata únicamente del fallo judicial que revocó el derecho al aborto en EE.UU., sino que "lo que permite calificarlos como extremistas son los argumentos en los que basan sus decisiones y las indicaciones de hasta dónde podrían estar dispuestos a llegar para implementar esos argumentos".
El magante indicó que existe una sola vía para limitar el poder de la Corte Suprema, que consiste en derrotar al Partido Republicano en las elecciones. Según argumenta, tal paso daría la posibilidad al Congreso de elaborar leyes sobre derechos que la Corte se vería obligada a defender, empezando por la libertad de elección de las mujeres.
Soros considera que la expansión del poder del Partido Republicano por el territorio estadounidense también se debe a la actuación de la Corte Suprema, que "socavó" la ley de derechos electorales y permitió una clara reorganización tendenciosa de los distritos electorales para "debilitar los derechos electorales de las minorías". De ese modo, EE.UU. corre el peligro de convertirse en "un régimen opresivo", algo que habría que evitar a toda costa, reiteró Soros, agregando que hace falta restaurar "un sistema bipartidista" que realmente funcione y que "constituye la base de la democracia estadounidense".