En la ciudad liberada de Lisichansk, que era el último punto bajo control de Kiev en la República Popular de Lugansk (RPL), se exhiben vehículos militares y armas que el Ejercito ucraniano abandonó durante su retirada, la mayoría de fabricación extranjera.
De acuerdo con uno de los milicianos de la RPL, a pesar del gran número de armamento que se exhibe en las calles, todavía siguen encontrado depósitos de municiones en la ciudad. "La mayor parte es de producción extranjera. Todo el mundo está trabajando para los desgraciados estos", dijo.
No solo se pueden ver armas suministradas por Occidente, como sistemas antiaéreos y antitanques estadounidenses y polacos, sino también diversos equipamientos, como cascos, con esvásticas pintadas.
Además de la maquinaria occidental, las tropas ucranianas abandonaron armamento de producción soviética, que, según los milicianos de la RPL, "ahora puede ser usado en combates y servirá a la República".