El director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, escribió este miércoles en su cuenta de Twitter que el cohete propulsor para su nave espacial Starship sufrió daños menores, después de estallar en llamas el lunes durante un lanzamiento de prueba en las instalaciones de la empresa en Boca Chica, Texas.
Musk señaló que "estaba justo arriba en la sección de propulsión de refuerzo", observando que "el daño" en el Super Heavy "parece menor", pero que era necesario "inspeccionar todos los motores".
Asimismo, publicó un video en el que se aprecian los restos del prototipo Super Heavy Booster 7, que se encuentra en el sitio de lanzamiento de la Starship.
Musk explicó este lunes que la explosión se produjo durante una prueba específica de arranque de motor, aseverando que "en el futuro, no haremos una prueba de arranque en giro con los 33 motores a la vez".
SpaceX busca transportar tanto carga como personas a la Luna y a Marte a través de las naves reutilizables Starship. Cada vehículo será capaz llevar más de 100 toneladas de carga, así como 100 pasajeros al mismo tiempo. La empresa planeaba utilizar un propulsor Super Heavy en un próximo vuelo de prueba sin tripulación, pero es probable que estos planes puedan verse retrasados como resultado de la prueba fallida de este lunes.