El primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, pidió este miércoles al Ejército y a la Policía que "restablezcan el orden" después de que manifestantes tomaran sus oficinas exigiendo su dimisión.
En medio de las protestas, el primer ministro fue nombrado presidente interino luego de que el anterior jefe de Estado, Gotabaya Rajapaksa, huyera a las Maldivas.
El primer ministro acusó a los manifestantes de "querer impedir que cumpla con sus responsabilidades como presidente en funciones". "No podemos permitir que los fascistas tomen el control", añadió.
El asalto a la oficina de Wickremesinghe se produjo luego de que el mandatario declarara el estado de emergencia en el país. A pesar de que la Policía intentó dispersar a los manifestantes con gases lacrimógenos y se observaron helicópteros de la Fuerza Aérea patrullando la zona, más personas se fueron concentrando en el lugar.
Las violentas protestas se iniciaron en medio de la peor crisis económica de la historia del país, marcada por la falta de petróleo y la escasez de alimentos y medicamentos básicos, situación que acabó provocando la huida del presidente. Las candidaturas para reemplazar al mandatario serán presentadas al Parlamento el 19 de julio y el Legislativo elegirá al nuevo jefe de Estado ceilandés el día 20.