De acuerdo a una investigación conjunta realizada por el Bureau of Investigative Journalism, Sky News y el Daily Telegraph, más de 10 millones de toneladas de litio terminan en los vertederos de basura británicos. Se trata de un valioso metal considerado esencial para transitar hacia las energías verdes.
La popularidad que han cobrado los vapeadores desechables en el Reino Unido ha comenzado a crear un problema ambiental. En el país europeo se tiran a la basura dos de estos dispositivos cada segundo, lo que equivale a más de 63 millones cada año.
Estos artículos, también conocidos como cigarrillos electrónicos de un solo uso, contienen una batería recargable a base de litio, pero no cuentan con puertos de recarga y están diseñados para ser desechados una vez la carga se agota.
Aunque la batería de cada vapeador solo contiene un promedio de 0,15 gramos de litio, cerca de 10 toneladas de este metal terminan en los vertederos británicos cada año debido al gran volumen de dispositivos desechados. Esta cantidad sería suficiente para construir unas 1.200 baterías de autos eléctricos.
"No podemos tirar estos materiales. Es una auténtica locura en una situación de emergencia climática. El litio es una de las cosas que va a alimentar la economía verde […] Es el material del que dependemos absolutamente para abandonar los combustibles fósiles. Tenemos que cuidar cada trozo de litio", comentó Mark Miodownik, profesor de materiales y sociedad en la University College de Londres.
También es un problema ecológico
Según exponen los medios, a pesar de que estos productos se clasifican como aparatos eléctricos y requieren un reciclaje especializado, más de la mitad de las personas que los compran los tiran a la basura, por lo que no son enviados a los centros encargados de tratar este tipo de dispositivos.
Asimismo, advierten que la producción de baterías es un proceso que por sí mismo genera grandes impactos ambientales, ya que la extracción del litio requiere de procedimientos complejos y muy contaminantes que necesitan grandes cantidades de agua.
Otro de los problemas asociados al mal manejo de los residuos de estos dispositivos es el grave riesgo de que las baterías se quemen al ser aplastadas o expuestas a altas temperaturas. "Pueden [quemarse] muy rápido y con mucha fuerza, y si van en la parte trasera de un vehículo de desechos, como ha ocurrido, esos residuos son el combustible para un incendio", explicó Scott Butler, director ejecutivo de Material Focus.