Un estudio sugiere que los jugadores de videojuegos desarrollan una mayor actividad cerebral y habilidad para tomar decisiones
Investigadores de la Universidad Estatal de Georgia (EE.UU.) determinaron que los individuos que juegan con frecuencia a los videojuegos poseen más habilidades de "toma de decisiones sensoriomotoras y una mayor actividad en regiones clave del cerebro" que el resto de las personas.
"La abrumadora mayoría de nuestros jóvenes juega a los videojuegos más de tres horas por semana, pero los efectos beneficiosos sobre la capacidad de toma de decisiones y el cerebro no se conocen exactamente", comunicó el investigador Mukesh Dhamala, asegurando que durante el proyecto salieron a la luz las ventajas de jugar a los videojuegos.
Para demostrarlo, un total de 47 personas de edad universitaria, de las que 28 eran jugadores habituales de videojuegos, tomaron parte en el experimento. Los participantes fueron introducidos dentro de una máquina de resonancia magnética funcional, en la que veían una pantalla con puntos en movimiento y tenían que apretar un botón con la mano derecha o la izquierda para indicar la dirección en la que se desplazaban los puntos o no hacer nada si permanecían estáticos.
La prueba reveló que los 'gamers' eran "más rápidos y precisos en sus respuestas" debido a una mayor actividad en ciertas partes del cerebro, detectada por el escáner, reza el comunicado universitario, publicado este 11 de julio.
Según los investigadores, "estos resultados indican que jugar a los videojuegos mejora potencialmente varios de los subprocesos de sensación, percepción y mapeo de la acción para mejorar las habilidades de toma de decisiones", a la vez que sugieren que "los videojuegos son un buen candidato para el entrenamiento cognitivo en lo que respecta a la toma de decisiones".
Por su parte, el autor principal del estudio, Tim Jordan, también expuso su ejemplo personal para señalar los beneficios que los videojuegos pueden aportar al cerebro. De niño el científico tenía visión débil en un ojo y cuando tenía unos cinco años participó en un proyecto de investigación en el que la tapaban el ojo bueno y se le fortalecía el otro mediante los videojuegos. Jordan afirma que ese entrenamiento le ayudó a pasar de ser legalmente ciego de un ojo a desarrollar una gran capacidad para el procesamiento visual.