La producción de trigo y otros cereales en la Unión Europea se reducirá este año debido a la sequía registrada esta temporada en muchas zonas de producción, advierte la consultora agrícola Strategie Grains en su último informe.
El estudio indica que la producción de trigo de la UE será de 123,3 millones de toneladas, por debajo de las 124,4 millones pronosticadas en junio y de las 129,9 millones de toneladas cosechadas el año pasado.
La cosecha de cebada se situará en 49,6 millones de toneladas, frente a las 50,3 millones calculadas el mes pasado y las 51,9 millones de 2021. Asimismo, se prevé que la producción de maíz descienda a 65,4 millones de toneladas, frente a las 66,8 millones pronosticadas y las 69,7 millones cosechadas el año pasado.
La empresa de investigación ya rebajó el mes pasado sus estimaciones de cosecha de trigo y cebada debido a las condiciones excesivamente secas de la primera mitad de la temporada de cultivo en muchos países.
"La recurrente escasez de agua y el clima caluroso en muchas zonas de producción están afectando negativamente al potencial de rendimiento", explicó la compañía.
La nueva previsión tiene lugar en un momento en que la crisis de los cereales se deja sentir en todo el mundo, ya que los precios del trigo han alcanzado máximos históricos en los dos últimos meses.
El mercado mundial de alimentos, ya afectado por el clima y la pandemia de covid-19, recibió un nuevo golpe con el conflicto entre Rusia y Ucrania y las sanciones que Occidente ha impuesto a Moscú. Conjuntamente, Rusia y Ucrania exportan más de una cuarta parte del trigo mundial. Rusia es también el mayor exportador mundial de fertilizantes.
Todo ello ha avivado el temor a un empeoramiento de la inseguridad alimentaria y el hambre en el mundo. El director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, David Beasley, advirtió que 49 millones de personas en 43 países ya están "llamando a la puerta de la hambruna".