La crisis energética en la Unión Europea (UE) costará unos 200.000 millones de dólares en rescates, nacionalizaciones y préstamos respaldados por el Estado, entre otras medidas, informa la agencia de noticias Bloomberg. La suma podría ser mayor en caso de que Rusia cierre por completo el suministro de gas o el próximo invierno sea más frío de lo habitual.
"Muy pocos políticos [europeos] parecen entender la magnitud de la crisis que se avecina y sus costos, con los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de Alemania, Olaf Scholz, entre los únicos que parecen entenderlo por ahora. El resto, en muchos casos, sigue distraído con la política interna", señala el medio.
La UE tendría que adoptar un gran programa de ahorro de energía y establecer acciones claras de cooperación entre sus miembros para compartir el poco gas que habrá disponible.
A medida que los precios del gas y la electricidad continúen subiendo, más empresas europeas de servicios públicos y compañías energéticas minoristas tendrán dificultades. La única posibilidad de supervivencia para esas empresas es endosar a los clientes el incremento de los precios, o que los contribuyentes asuman el costo, ya sea directa e inmediatamente, a través de precios minoristas más altos de energía y gas, o en el largo plazo, a través de impuestos más altos.
"Dinero bien gastado"
Según Bloomberg, los gobiernos europeos deberían ser sinceros sobre los costos y aceptar ante la población el argumento de que se trata de "dinero bien gastado para detener a Vladímir Putin".
Recientemente la empresa Uniper SE, la principal importadora de gas ruso en Alemania, ya solicitó a Berlín un rescate estimado en 10.000 millones de euros (unos 10.141 millones de dólares). Mientras que el Gobierno francés prevé nacionalizar Électricité de France SA a un costo de al menos 8.000 millones de euros (casi 8.110 millones de dólares).
Uniper y Électricité de France son solo la punta del iceberg entre las decenas de empresas de servicios públicos de la UE y el Reino Unido, donde la mayoría de las compañías del sector quizás logre esquivar la tormenta. Pero muchos otros van a necesitar ayuda, y si las empresas transfieren los costos más altos del gas y electricidad a los consumidores, muchos de ellos recibirán facturas casi inasequibles y entonces se necesitará un rescate mucho mayor para ayudar a la población, concluye la agencia.