El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, participó este miércoles en una entrevista con la redactora jefa de RT y del grupo Rossiya Segodnya, Margarita Simonián, donde hizo un repaso de los momentos clave que condujeron al establecimiento del actual Gobierno de Ucrania.
Al ser preguntado por qué Moscú reconoce la legitimidad del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, si él es uno de los líderes que llegaron al poder como resultado del Maidán, el golpe de Estado en Ucrania en 2014, el canciller ruso mencionó la conversación entre el presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, filtrada por el Palacio del Elíseo, en la que cuando el mandatario francés intentaba "convencer" a su par de "no comprometerse demasiado" en la aplicación de los acuerdos de Minsk y de negociar con Kiev, Putin afirmó que "Zelenski es fruto del golpe de Estado". "Y este régimen no desapareció", puntualizó Lavrov.
El diplomático indicó que hace un par de años habló con sus colegas de Francia y Alemania para preguntarles por qué no exigieron que se aplicara el acuerdo con el entonces presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, que se comprometieron a garantizar y, así, "los golpistas simplemente les escupieron en la cara". "Ya sabes, los costes del proceso democrático", citó a esos políticos Lavrov.
Golpe de Estado en Ucrania
Por otro lado, Crimea y el este de Ucrania se negaron a reconocer los resultados del golpe de Estado. "En Crimea todo terminó con un referéndum para unirse a Rusia, y en Donbass terminó con el rechazo de comunicarse con el Gobierno central, y el Gobierno central, ilegítimo, comenzó una guerra", recordó Lavrov.
Entretanto, explicó que Moscú no objetó la legitimidad del expresidente Piotr Poroshenko, que llegó al poder tras el golpe de Estado, ya que este prometió "restaurar los derechos de todos los ucranianos, incluyendo los derechos de los que viven en Donbass".
"Pero resultó que muy pronto Poroshenko se olvidó al instante de todas sus promesas electorales, engañó a todos sus votantes, y les mintió a ellos y a los patrocinadores occidentales", señaló Lavrov. "Y desencadenó otra ronda de guerra que se logró detener con gran dificultad en febrero de 2015", agregó.
Tras esto, se firmaron los acuerdos de Minsk, que, no obstante, el entonces presidente ucraniano "no tenía intención de cumplir", algo que recientemente reconoció, señaló Lavrov. "Al admitir sus verdaderas intenciones, no pretendía aplicar un documento que había sido aprobado por el Consejo de Seguridad de la ONU y, al hacerlo, confirmaba una vez más que era un presidente ilegítimo que no tenía en cuenta el marco jurídico internacional" sentenció el político.
"Código nacional" de la élite política ucraniana
Lavrov sostuvo que el actual presidente ucraniano también "llegó al poder con el lema de la paz". "Que todos los ciudadanos de Ucrania hablen ruso si quieren hablarlo y que nadie los discrimine", citó las palabras de Zelenski el canciller ruso. No obstante, su discurso cambió y en sus recientes declaraciones afirmaba que en Donbass viven "especímenes" y que quien se sienta ruso, "que vaya a Rusia por el bien del futuro de sus hijos y nietos", lo citó Lavrov.
En ese contexto, el diplomático ruso declaró que la élite política ucraniana que llegó al poder, como resultado del golpe de Estado, tiene "un código nacional" que se basa en la discriminación de los rusos y su idioma. Como, por ejermplo, Arseni Yatsenyuk, quien ocupó el puesto de jefe del Gobierno de Ucrania tras el Maidán, calificó de "no humanos" a los habitantes de Donbass, aseguró Lavrov.