Las declaraciones de dos parlamentarios panameños cuestionando el estrecho vínculo entre la presidenta de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, Marcela Galindo, y la industria farmacéutica, han puesto sobre la mesa una nueva polémica que se suma al conflicto social que vive el país centroamericano desde hace semanas.
Durante una discusión parlamentaria, el diputado a la Asamblea Nacional de Panamá, Miguel Ángel Fanovish, explicó que el tema de los medicamentos era uno de los más urgentes por discutir, en medio de la crisis económica y social que atraviesa el país. Para él, si se logra la rebaja de costos para los ciudadanos, habría más dinero para los panameños y las exorbitantes ganancias no se quedarían en los bolsillos de los intermediarios y comercializadores.
Fanovish comentó con alarma que un fármaco en Panamá puede llegar a costar 1.400 % más de lo que vale en Colombia. Por esa razón, instó a la titular de la Cámara de Comercio a cambiar la situación: "Licenciada Marcela Galindo, no sé si usted es parte de este oligopolio, pero ponga un alto a este desgreño", la emplazó.
Tras ese llamado, la polémica se acrecentó con los dichos de la diputada Zulay Rodríguez, quien cuestionó que Galindo no hubiese incluido el tema de los medicamentos en sus declaraciones sobre la condición del país, a pesar de que es un asunto estrechamente vinculado con la situación económica.
"Interesantes argumentos de la Presidenta de la Cámara de Comercio, pero se le olvidó mencionar el tema de medicamentos. ¿Saben por qué? Bueno, porque resulta que ella es parte de Impa-Doel, una de las empresas que controla la importación de medicamentos", comentó Rodríguez.
De acuerdo a la parlamentaria, Galindo tiene años vinculada a la industria de la medicina y es la actual Gerente Comercial de División Farmacéutica de la Corporación Impa-Doel, S.A., una de las más grandes de Panamá, que se dedica a la importación, distribución y comercialización de productos farmacéuticos y de consumo masivo para el mercado privado e institucional.
Galindo aclara su posición
Frente a los señalamientos, Galindo salió al paso para decir que el abastecimiento "pleno" de medicamentos era fundamental en la agenda de la Cámara y que el asunto podía resolverse con "compras más eficientes en las instituciones", incluyendo internacionales, así como "la adopción de tecnología para mejores procesos".
La también miembro de la Junta Directiva de la Federación Latinoamericana de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Sector Salud, insistió además en que la "abierta competencia" permitiría "que los precios de los medicamentos sean cada vez mejores".
Este jueves, la empresaria intervino en varias entrevistas con el medio local Telemetro para asegurar que no tenía "nada que esconder" sobre su vinculación con la industria farmacéutica y no descartó participar en la discusión sobre el tema.
La empresaria también defendió la implementación del programa gubernamental MedicSol (Medicamentos Solidarios), aprobado a finales de junio por el Ejecutivo panameño, y que ofrece la alternativa de adquirir medicinas en comercios privados afiliados "sin costo alguno", a las personas que pagan la estatal Caja de Seguro Social (CSS), cuando no consigan las medicinas gratis en el sistema público.
"Acabar con el oligopolio"
Ante el planteamiento de Galindo, la diputada Zulay Rodríguez hizo otro llamado a hablar "claro" sobre los intereses que están alrededor de la industria y señaló que la situación sobre los fármacos no se soluciona con MedicSol ni con "limosnas paternalistas", financiadas con los impuestos que pagan los ciudadanos.
"Hay que abrir el mercado, homologar medicamentos de la FDA y EMA, y acabar con el oligopolio", planteó la parlamentaria, tras considerar que "los únicos que están felices con esas medidas irracionales del gobierno, son los importadores" de fármacos.
En ese sentido, rechazó la posibilidad de que no los importadores no solo controlen "el abastecimiento público y privado", sino que tengan "un billetito extra con MedicSol, que encima no es de acceso para todos".
Según Rodríguez, la solución a la coyuntura pasa por democratizar el mercado farmacéutico para que cualquier panameño pueda visitar una farmacia y "comprar sus medicinas baratas". "No necesitaremos apps, presentar la cédula o validarnos en formularios raros. Dejen de marear al pueblo y hagan las cosas bien", agregó.
Las protestas en Panamá, que lograron la disminución de los precios de combustibles, también demandan otras aspiraciones sociales relacionadas a la educación, trabajo, economía, salario, alimentos y salud, donde el tema del acceso a los medicamentos y su baja de precios es una de las más importantes exigencias al Gobierno de Laurentino Cortizo.