Centenares de personas han protestado los últimos dos días en Bagdad (Irak), en medio de un fuerte despliegue policial, para demandar la expulsión del embajador turco en el país.
Los manifestantes se convocaron frente a la oficina de visados, donde corearon consignas en contra de Turquía, pisotearon banderas del país vecino y tacharon al presidente turco Recep Tayyip Erdogan de "terrorista".
Protestas semejantes tuvieron lugar en algunas otras ciudades, incluyendo Najaf, Karbala y Nasiriyah.
¿Qué provocó las protestas?
Un ataque de artillería a un pueblo kurdo en el norte de Irak dejó este miércoles nueve muertos y 23 personas heridas, en su mayoría turistas nacionales que llegaron a Barakh, distrito de Zakho, en el terreno montañoso del Kurdistán iraquí.
Los cadáveres de las víctimas fueron trasladados esta mañana de Erbil a Bagdad. A su llegada, se llevó a cabo una ceremonia en el aeropuerto capitalino en presencia del primer ministro del país Mustafa al Kadhimi, quien también mantuvo una reunión con los familiares de los fallecidos, quienes llegaron para reclamar los cuerpos.
Poco antes, el ministro de Exteriores iraquí, Fuad Hussein, y el presidente de la autonomía kurda lideraron la procesión llevando el ataúd más pequeño, con los restos de un niño que murió en el ataque, hacia el avión en Erbil, informa AFP.
Reacciones oficiales
Al Kadhimi condenó el ataque mortal y lo calificó de "flagrante violación de la soberanía". En este sentido, advirtió a Turquía que Irak se reserva el "derecho a una represalia".
Bagdad anunció que retirará a su encargado de negocios en Ankara y exigió una disculpa oficial por parte de Turquía, así como el retiro completo de sus militares del territorio iraquí.
El Gobierno turco descartó su responsabilidad en el ataque y culpó a grupos asociados con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), considerado como organización terrorista por Ankara.
La Embajada turca ofreció sus condolencias a través de Twitter a los "hermanos iraquíes asesinados por la organización terrorista PKK".
Mientras, el Gobierno de Irán expresó su apoyo a la seguridad de Irak y ofreció cualquier asistencia al respecto en caso de ser necesario. La Cancillería de Alemania, por su parte, subrayó la importancia de la soberanía y el respeto al derecho internacional, llamando a una investigación urgente de los hechos.
El Ministerio de Exteriores de Francia y el Departamento de Estado de EE.UU. también han emitido declaraciones en las que condenan el ataque.
Operación especial
Desde abril pasado, las Fuerzas Armadas de Turquía llevan un operativo militar contra las milicias del PKK en el norte de Irak. Los recursos de la operación involucran vehículos aéreos no tripulados, helicópteros de combate, artillería e incursión terrestre de tropas de comandos.
Según Erdogan, el objetivo es "liberar las tierras iraquíes de ataques de la organización terrorista, así como garantizar la seguridad de las fronteras" de Turquía.
Tras el ataque del miércoles, el Ministerio de Exteriores turco aseguró que Ankara está llevando a cabo sus operaciones con "la máxima sensibilidad para proteger a los civiles, las infraestructuras, los valores históricos y culturales y el medio ambiente".
Bagdad condena fuertemente la ofensiva militar turca y resalta que constituye un acto de violación a su soberanía e integridad nacional.
Antes de la operación
El PKK, que busca la independencia del Kurdistán turco, ha estado luchando contra el Gobierno de Ankara desde 1984 en un conflicto que se ha cobrado más de 40.000 vidas. El movimiento es considerado como terrorista por Turquía, EE.UU. y la Unión Europea.
Tras la ruptura del alto al fuego pactado con el PKK en 2015, Turquía ha emprendido reiteradas ofensivas contra los kurdos en el sudeste de la nación, en el norte de Irak y Siria. Así, el Ejército turco realizó dos operaciones en la zona limítrofe con el norte de Irak en 2020 para garantizar la seguridad de fronteras del país y de sus ciudadanos.