Dos buceadores han descubierto los restos del Milwaukie, un barco naufragado en las gélidas aguas del lago Míchigan en noviembre de 1842.
El hallazgo fue intencional, puesto que Kevin Ailes y su esposa Amy, que hasta el momento han localizado cuatro naufragios en los Grandes Lagos, tenían un interés particular en investigar el destino de esta nave y las circunstancias del siniestro que acabó con ella y parte de su tripulación.
Se dio el caso de que las ratas huyeron en masa del navío antes de que zarpara del puerto y el hecho no pasó desapercibido para la tripulación, que lo percibió como un mal presagio, según las crónicas recogidas por el sitio web Accu Weather este jueves. Sin embargo, el capitán decidió que el barco debía partir hacia la ciudad de Búfalo según lo programado.
Según la reconstrucción de los hechos que hicieron los buceadores, aquella decisión generó en la tripulación disconformidad, que se multiplicó cuando horas después comenzó una tormenta que Kevin Ailes califica de "increíble". Los vientos cambiaron drásticamente y las temperaturas descendieron rápidamente por debajo del punto de congelación, lo que puso en peligro a los navegantes.
Fue entonces, según la investigación realizada por la pareja de submarinistas, que se produjo un motín a bordo y los marineros asesinaron a su capitán antes de que el barco encallara.
El Milwaukie tenía aproximadamente 61 metros de largo, tres mástiles y fue el primero de su clase en surcar las aguas del lago Míchigan. El día de su naufragio estaba transportando 1.300 barriles de harina y vino, cargamento al que acompañaban 13 tripulantes, de los que solo sobrevivieron seis. La historia oficial del hundimiento que guarda la Asociación de Investigación de Naufragios de Míchigan solo menciona cómo la cuerda tendida hasta tierra por uno de los marineros logró salvar las vidas a otros cinco, pero no el supuesto crimen del capitán.
El barco nunca pudo ser recuperado, pero su cargamento de harina fue probablemente aprovechado por los habitantes de un poblado costero próximo al naufragio, hoy día enterrado bajo las arenas de la orilla del lago, al igual que la embarcación. El invierno de 1842-1843 es conocido como uno de los más feroces en la historia de EE.UU., por lo que Ailes cree que a los lugareños les fue "mucho más fácil sobrevivirlo por el hecho de que tenían este maravilloso regalo de harina en la orilla", dijo Kevin, añadiendo que está "seguro de que el vino también ayudó".
Un magnetómetro ayudó al matrimonio de buceadores a identificar el lugar exacto donde yace el barco durante un primer viaje al lugar donde la totalidad del Milwaukie acabó cubierta de arena. A finales de mayo pasado, la pareja volvió y pudo ver algunas partes de la nave sobresaliendo y los fotografió y grabó en video.