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El final de 22 años de espera: los restos de Carmenza Castañeda, una sexagenaria secuestrada por las FARC, son entregados a su familia

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Gerardo Angulo, el esposo de Carmenza, quien fue secuestrado junto a ella en el 2000, aún sigue siendo buscado por sus familiares.
El final de 22 años de espera: los restos de Carmenza Castañeda, una sexagenaria secuestrada por las FARC, son entregados a su familia

Los esposos sexagenarios Gerardo Angulo y Carmenza Castañeda fueron sacados de su casa en el 2000 por hombres armados, que los entregaron a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Por más intentos que hizo su familia por dar con ellos, no fue hasta el pasado domingo que recibieron los restos de ella, como parte de los mecanismos de reparación del Acuerdo de paz.

Hace 22 años, el 19 de abril de 2000, Gerardo y Carmenza, ambos de 68 años, fueron raptados en su residencia en el municipio La Calera (Cundinamarca) y entregados al Bloque Oriental de las extintas FARC. En ese entonces, los responsables del secuestro pedían 800 millones de pesos (unos 180.000 dólares, en la actualidad), según pudieron conocer los familiares 17 días después de la desaparición de los 'abuelos', como los llamaban.

La familia pasó años tratando de encontrar a la pareja, que fue secuestrada el mismo año en que cumplía cinco décadas de matrimonio. Aunque ya pudieron inhumar a Carmela, la acción aún continúa porque los restos de Gerardo aún no han sido localizados.

El hallazgo de Carmenza

Desde 2007, la Corporación Equipo Colombiano Interdisciplinario de Trabajo Forense y Asistencia Psicosocial (Equitas) participó en la búsqueda y acompañó a Helmuth Angulo, uno de los hijos del matrimonio desaparecido, a la zona donde exguerrilleros y algunos campesinos les dijeron que podrían encontrarse los cuerpos de sus padres. 

Como consecuencia de las informaciones proporcionadas, a finales de octubre de 2021 dieron con un terreno de 11.033 metros cuadrados, ubicado en zona montañosa del municipio de San Juanito (Meta), donde esperaban hallar los dos cuerpos.

Carmenza, según explicó la directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), Luz Marina Monzón Cifuentes, fue identificada plenamente, de manera conjunta con el Instituto Nacional de Medicina Legal.

La UBPD es un mecanismo extrajudicial, humanitario e independiente que surgió tras la firma del acuerdo de paz entre el Estado colombiano y las FARC, en 2016.

En cuanto a Gerardo, su hijo mayor, Héctor, "hizo mil y una búsqueda", según afirma el coordinador del equipo de Acompañamiento y Representación Común ante la Jurisdicción Especial para la Paz y la Comisión Colombiana de Juristas (CCJ), quien agregó que hasta 2016 no hubo ningún avance.

"Se metió a los campamentos a hablar con los comandantes guerrilleros, preguntaba por todos lados, se puso en riesgo muchas veces por encontrar a sus padres, pero no pasó nada", recuerda.

Hasta ahora, según datos del organismo de búsqueda, hay un subregistro de 11.200 personas secuestradas producto del conflicto armado que se mantuvo por décadas en el país suramericano. De esta cifra parcial, todavía se desconoce el paradero de 7.441 ciudadanos.

Además de los parientes, en la búsqueda estuvieron los firmantes del Acuerdo, la Comisión de Búsqueda de las FARC y la comunidad de San Juanito.

Palabras de los familiares

Durante la ceremonia para despedir a Carmenza y realizar su inhumación, los hijos del matrimonio Angulo Castañeda manifestaron que sin la firma del Acuerdo de Paz, sin "el fin del escenario bélico que azotó al país por más de cinco décadas", sin la colaboración de los exmiembros de las FARC y de los organismos de reparación que los acompañaron en su búsqueda, "no hubiera sido posible encontrar el cuerpo de nuestra madre".

En su declaración conjunta, los cinco hijos y veinte nietos que les sobreviven, también expresaron que no desistirán hasta encontrar a Gerardo y "conocer la verdad" sobre el cautiverio de 'los abuelos'. "Como víctimas del conflicto demandamos garantías de verdad, justicia, reparación y sobre todo de no repetición", expresaron.

Ana María, nieta de Carmenza, al recordar a su abuela, dijo: "La puedo definir en tres palabras: familia, rosas y tejidos, eso era. Tengo recuerdos muy hermosos de ella. Dios nos dio la fortuna de compartir muchas cosas lindas y lo agradezco".

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