El Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil, que postula al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva para las presidenciales de octubre próximo, denunció este lunes "un intento de golpe de Estado" que supuestamente estaría fraguando el actual mandatario, Jair Bolsonaro.
"Los términos del intento de golpe de Estado de Bolsonaro ya están establecidos. Sus pretensiones de movilizar su propia base contra el Supremo Tribunal Federal son prácticamente una confesión de derrota", escribió el secretario nacional de Comunicación del PT, Jilmar Tatto.
La semana pasada, el diputado federal Paulo Texeira, secretario general del PT, hizo también referencia a la posibilidad de un golpe que se daría para desconocer los resultados electorales.
"Me parece que el riesgo mayor es que ocurra algo en el período post electoral, después que Lula haya vencido", dijo Teixeira en entrevista con Página 12.
Desde hace meses, Lula lleva la delantera en las encuestas sobre los comicios presidenciales, mientras Bolsonaro ve alejarse la posibilidad de renovar su mandato para un segundo período.
Para desconocer su ya muy previsible derrota, sostiene Texeira, el mandatario podría tener una actitud similar a la que adoptó Donald Trump cuando perdió la Presidencia de EE.UU., por lo que se podrían producir en Brasil eventos similares, como "un nuevo asalto al Capitolio".
"Me parece que estamos ante un intento de imitación bien característico de Bolsonaro: si los trumpistas atacaron las instituciones para ocultar su derrota en EE.UU., acá pueden seguir ese ejemplo y actuar con el mismo propósito", comentó.
Ataques al sistema
Bolsonaro ha estado atacando públicamente y de manera sistemática a diversas instituciones del país.
El lunes de la semana pasada, al recibir en su residencia oficial a embajadores y otros diplomáticos de cerca de 40 países, cuestionó ante ellos el sistema de voto electrónico que utiliza Brasil desde 1996, además de criticar duramente al Tribunal Superior Electoral (TSE) y acusar a sus miembros de conspirar para favorecer a su contrincante.
Frente a ello, y en respuesta a una demanda presentada por varias fuerzas de la oposición, el presidente del TSE, Edson Fachin, le dio el jueves pasado un plazo de cinco días al mandatario para que justifique sus acusaciones.
Al parecer, Bolsonaro busca en este escenario el apoyo del Ejército, toda vez que se encuentra en confrontación con las instituciones encargadas de las elecciones y con buena parte del Poder Judicial. Según la Constitución brasileña, el Ejército tiene una función de arbitrio y de moderación entre los poderes del Estado, lo que le confiere una alta presencia en la vida pública brasileña.